Todo mundo tiene derecho a soñar con un mundo mejor. La esencia misma de la humanidad hace que siempre existan condiciones que puedan ser perfectibles. Desde la peor cara de la desigualdad mundial, donde persiste la hambruna que lleva a la muerte y desnutrición extrema infantil en Somalia y otros países africanos, hasta la complejidad política para que el congreso de los Estados Unidos apruebe nuevamente elevar el techo de endeudamiento de la nación más poderosa de la tierra.
Existen también sueños públicos más cercanos. Quizá en la región uno de ellos sin duda es la creación del Estado de La Laguna.
Nuevamente renace la inquietud al darse a conocer que ha sido constituida una asociación civil que tendrá como objetivo fundamental la consecución que se establezca el viejo anhelo de la creación de La Laguna como una entidad federativa independiente.
Este tema ha sido recurrente. En 1990, 1997 y en el 2007, tres diputados en funciones subieron el tema a la Cámara Baja, los dos primeros pertenecían a partidos con presencia marginal, pero el último intento fue apenas hace cuatro años, cuando el legislador en funciones, Carlos Bracho, de Acción Nacional, hizo lo propio, que al final no sirvió en ese entonces para que sirviera en lo absoluto la intentona.
En las primeras declaraciones como presidente de la asociación que buscará cristalizar este deseo colectivo mayoritario, Edmundo Gallardo señaló que más allá de pensarse como una acción reactiva a una supuesta animadversión con los gobiernos de Coahuila y de Durango, lo que existe es una zona geográfica determinada con identificación propia como comunidad. Esto en otras palabras se puede interpretar como que un habitante de San Pedro de las Colonias se sienta mucho más cercano a Torreón para cualquier asunto que a la capital Saltillo. O que un habitante de Indé, ocurra a cualquiera de las tres ciudades más grandes de la Comarca que viajar a Durango capital.
No falta a la verdad alguna el señor Gallardo. Esta tierra por supuesto que tiene características que la hacen propensa a que se incite al reconocimiento de la misma como una demarcación política autónoma respecto de los estados que hoy pertenecen.
Contrario a otros sitios, poblaciones grandes en lo ancho y largo del país, como lo es Tijuana en Baja California; Ciudad Juárez en Chihuahua; León, en Guanajuato, el puerto de Veracruz y Boca del Río en el propio estado veracruzano; La Laguna observa sensibles diferencias a las antes mencionadas. Primeramente todas las urbes enumeradas, son lugares más prósperos de sus respectivos estados. Mexicali no se compara con Tijuana; León en el corazón del Bajío; Ciudad Juárez, aunque ahora en desgracia por la brutalidad del crimen organizado que campea en esa ciudad y hasta por la crisis mundial del 2008 que golpeó tanto a su economía fuertemente vinculada a los Estados Unidos, es la potencia en todo el estado de Chihuahua, y eso que contando que la capital chihuahuense tiene también una gran dinámica; Veracruz es el puerto de carga más impotente del país.
Además, estas zonas antes nombradas, están situadas dentro de un solo estado, no como los laguneros que estamos partidos por dos estados, amén de que el padre Nazas es justamente parte del borde entre Durango y Coahuila. Alguien podrá pensar que existe una zona conurbada como la nuestra y más grande, la que conforman Puebla y Tlaxcala, sólo que en ese caso ambas ciudades son las capitales de sus respectivos estados.
Empieza una vez más el ruido para conseguirla. Es muy difícil que ésta se cristalice, los gobiernos de Coahuila y Durango difícilmente apoyarían esta moción que siempre han rechazado, pero muchos de ellos, saltillenses como duranguenses, por generaciones han visto distante y con recelo a La Laguna. Esta es la oportunidad para todos de tener una relación distinta, como estados vecinos, y no como regiones antagónicas.
En todo esto hay dato muy significativo de las diferencias entre las capitales con los laguneros. Aquí, los colores del Santos Laguna se defienden y portan con fervor. En Durango, prefieren al América - qué horror- o al Guadalajara que al Santos. Los de Saltillo están más identificados con los equipos regios que con los guerreros, ¿así o más claro que somos diferentes? Porque en Coahuila y en Durango, el único equipo de primera división es el Santos, ni en eso somos concurrentes.
Por eso está claro que hay condiciones para la creación del Estado, falta que esta nueva agrupación tenga las condiciones para poder cristalizar lo que ahora es sólo un sueño.
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