Con la nominación de "Biutiful" a la mejor película extranjera, leí con interés las declaraciones de su director, el mexicano Alejandro González Iñárritu, referente al contenido de su obra. Llamó mi atención cuando declaró "si el público me va a regalar dos horas de su tiempo, me veo obligado a ofrecer dos horas de calidad cinematográfica". Si aplicamos esta declaración al futbol mexicano, parecerá una mera utopía: hemos escuchado una y otra vez a los entrenadores y directivos pedir "paciencia a la afición", "los resultados llegarán", "estamos trabajando y en algunas semanas ya se podrá ver el futbol que estamos deseando".
¡Qué cosa tan diferente sería si el entrenador de futbol respetara las mencionadas dos horas que el aficionado usa de su tiempo para ver un partido! Además, en el futbol no es como en el cine, el periplo para llegar y salir del estadio dura mucho más que dos horas, sin mencionar lo que uno llega a gastar dentro del estadio, pero con las ganas y el entusiasmo de convivir y pasar un momento agradable con la familia o amigos, para que el entrenador salga con la bendita frase de "vamos a sacrificar el espectáculo en beneficio de los buenos resultados"...
Lo que es peor y hasta ridículo es que al final del partido no hubo ¡ni espectáculo, ni resultados! Pero es entonces cuando se aboga por la infinita paciencia de la afición, por su comprensión, por su fe ciega y su bondad sin cuestionamientos.
No concibo que alguna institución pida a sus clientes-consumidores que adquieran un producto de mala calidad, pero con la esperanza de que en un futuro se adquiera el mismo producto con mejores resultados. Es como si Alejandro González Iñárritu pidiera a los cinéfilos: "vayan a todas mis películas, al cabo les prometo que por ahí de mi sexta o séptima película, ya realizaré una muy buena cinta".
Si a esas vamos, debería de haber una tabulación en los juegos de Primera División conforme a las jornadas y capacidad del plantel para responder a las expectativas de la tribuna: Jornada uno, "el equipo aún está duro, venimos de pretemporada, no estamos para crear tantas jugadas de gol, el empate será bueno", el costo de entrada será de 30 pesos, niños gratis. Jornada 4, el equipo va encontrando su futbol, pero aún lejos de su nivel, "seguimos teniendo fallas y no acabamos por acoplarnos", 70 pesos, niños gratis. Jornada 10, el equipo ha evolucionado, "ya metemos goles y vamos adquiriendo un ritmo de juego ofensivo", entrada 150 pesos, niños pagan boleto. Jornada 14, "nos perfilamos rumbo a la liguilla, el equipo pelea cada partido por la calificación, creando jugadas de gol, matándonos en la cancha; aunque a veces perdamos, respetamos nuestra identidad futbolística", costo del boleto: no disponibles, ¡agotados!
Al aficionado no se le tienen que pedir favores, ni hacerle peticiones. El aficionado, como pensante que es, responde a lo que tiene calidad, y rechaza lo que no la tiene. Así de sencillo.
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