Conforme Real Madrid y Barcelona se enfrentan, la épica historia se escribe con páginas cada vez más interesantes en este duelo de titanes. El enfrentamiento entre estos dos gigantes españoles es desde hace décadas un clásico, pero el sabor, la atención mediática, el alcance de los televidentes, la moda, mercadotecnia y el nuevo público conocedor de este nuevo futbol Siglo XXI, apenas lo estamos saboreando.
El hecho de que el público, en este caso el mexicano, se haya declarado o del Barcelona o del Madrid ha provocado que el partido no nos sea indiferente. El duelo siempre ha existido, insisto, pero ahora más que nunca nos importa. Es claro que en la época merengue de Hugo Sánchez estábamos al tanto. Uno quería saber, aunque me confieso blaugrana, si el buen Hugo festejó con alguna voltereta. Después llegó el tiempo de Rafa Márquez, y aunque menos visible o espectacular que Hugo, los estudiosos y tácticos del futbol sabían apreciar la estética, finura y buen juego de Márquez.
Actualmente Real Madrid funge de villano, se supone son los malos: son los que más invierten en jugadores, gastan y gastan dinero, tienen al técnico más caro y creído del orbe y dentro de su desesperación tienen a Marcelo, Pepe y Ramos para golpear a los artistas del balón, en este caso los buenos, los del Barcelona, que son dirigidos por un caballero a la vieja usanza, Pep Guardiola, que es de esos que rescataban a las damas de los castillos y a eso se le suma que tiene en su plantel al mejor futbolista que ha dado la especie en los últimos 10 años, Messi, y que se perfila para ser el mejor de todos los tiempos.
Lo que vimos el miércoles, el gran esfuerzo del Real por ganar, haber superado por primera vez a su rival y aún así perder ante la magia de Messi, orilló a volver a caer en la desesperación golpeadora de los madridistas, pero el capítulo fue nuevamente interesante, emocionante y lo que es más importante, esto aún no se acaba.
Twitter: AlexRodriguezSa
Aleson2001@hotmail.com