Cuando se trata de analizar el trabajo de Benjamín Galindo al frente de Santos, es muy difícil decir que su desempeño ha sido deficiente, ya que el equipo se encuentra en la liguilla con todas las posibilidades de acceder a la semifinal; además, los Guerreros fueron el equipo más goleador del torneo y se consiguió durante el mismo una racha de cinco victorias consecutivas que en nuestro futbol mexicano suena a toda una tarea hercúlea.
En lo particular, pienso que Galindo plantea bien los juegos, pero se le complica dirigirlos durante la marcha. Me baso en una premisa muy sencilla: no sabe hacer cambios. Mi impresión es que Galindo se ve tentado a utilizar a su gente de banca solamente porque es permitido hacer tres modificaciones, sin importar mucho si el equipo los requiere o no. Cada que realiza sus movimientos desprotege al equipo; el partido que iba dominando, poco a poco lo cede al rival, y una muy clara muestra de ello fue lo acontecido en Chiapas, ante los Jaguares.
Santos simplemente tenía liquidada la eliminatoria, Jaguares no fue rival. Dos a cero como visitante y todas las ventajas para marcar un tercero. Es verdad que Ludueña no pesó y merecía salir, pero me es muy difícil concebir qué hace tan especial a José María Cárdenas que no pueda hacer César Ibáñez, Jaime Toledo o Rafael Figueroa, visiblemente más comprometidos con lo que busca el club. A los 12 minutos de haber entrado, Chema sale expulsado (¿a alguien le sorprendió?) El Profe Cruz contesta cual jugador de ajedrez con un tercer delantero y Galindo, en lugar de ingresar otro central para protegerse del nuevo adversario, mete a Carlos Adrián Morales (?) después ingresa a Toledo (?) y total que Santos se convirtió en un mundo de volantes en pleno desorden sin que nadie lograra controlar la media cancha. Al final, claro, el empate del Jaguar llegó, pues no tenían nada que temer debido a que ni Ludueña, ni Darwin, ni Oribe estaban más en la cancha...
En la conferencia de prensa Benjamín Galindo comentó: "Los dejamos vivir...". A veces me cuesta trabajo leer este tipo de declaraciones. Trabajo, desesperación, incredulidad. No dudo que con el potencial que tiene Santos, y por todas las ventajas que representa jugar el de vuelta como local, el equipo califique a la siguiente ronda. Pero también creo que Santos sufre más de lo necesario, se expone más de lo que debería y que si la banca no va a mejorar lo que acontece en la cancha, es mejor no utilizarla. Quisiera que el discurso de Galindo cambiara, que en lugar de: "Los dejamos vivir...", diga que cuando iban ganando por dos goles, buscaron el tercero con orden, sin desesperación, sin romper filas. Y que conseguirlo fue importante y que por eso liquidaron al Jaguar.
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