Deportes Cristiano Ronaldo Selección Mexicana Mundial 2026 Liga MX selección nacional

Solo y Sin Marca

ALEX RODRÍGUEZ

Cuando Santos perdió hace un año la final a manos de los Rayados de Monterrey la frustración de los seguidores santistas era mucha: el enojo hacia el entrenador en turno, Rubén Omar Romano, fue de general reclamo: por qué no metieron ni las manos para al menos competir ante un equipo con quien se tiene tanta rivalidad.

Un año después se vuelve a perder otra final en la misma tierra regiomontana, pero el panorama y el sabor de la derrota es totalmente diferente. En el deporte se gana o se pierde, ambos equipos utilizan todos sus recursos para cumplir sus objetivos y la mayoría de las instituciones trabajan con la misma seriedad, planeación, inversión y ambición que también poseen los diferentes clubes que conforman la liga, pero sólo puede haber un ganador. Y es muy difícil que, por lo mencionado líneas atrás, tal campeón repita.

La grandeza de un equipo, en una primera lectura, se mide principalmente por los títulos obtenidos. Eso es cierto, pero en una segunda y real lectura, la grandeza también consiste en cómo se pierde, con qué actitud, hasta cuándo se deja de pelear y qué tan cara se vende la derrota. Hace un año, ante Monterrey, Santos obtuvo calificación reprobatoria en todo lo anterior. En esta versión, tras caer ante Tigres, el aficionado santista puede caminar con todo orgullo y dignidad porque sabe que los Guerreros pelearon con todo, incluso en las situaciones más adversas. El arbitraje de Marco Antonio Rodríguez fue del todo penoso (ya no digamos la transmisión de televisión, que fue insufrible) y definitivamente afectó la planeación y estrategia del equipo en la cancha de Tigres.

Santos debe ser objetivo y reconocer que la desconcentración e indisciplina, provocada por sus propios jugadores, terminaron por afectarlo. No se puede culpar a Chiquimarco de la acción de Juan Pablo Rodríguez en el juego de ida que provoca la roja y pesa tanto durante los dos juegos de final. Oswaldo fue injustamente expulsado. Tan temprano y con penal, el árbitro aquí sí perjudica terriblemente a Santos. La acción de Baloy es cuestionable, quizá un árbitro con criterio le saque amarilla, pero si está Chiquimarco pitando no se llega así a un balón dividido. De todos modos, mal el de la ocarina.

La final fue digna, muy emocionante. En el momento que Becerra atajó el penal y que Oribe empató el global, parecía se podía hacer algo. Las circunstancias fueron increíblemente adversas, Santos cayó pero lo hizo luchando, con toda honra y profesionalismo. Y eso, su afición siempre lo aplaudirá de pie.

Aleson2001@hotmail.com

Leer más de Deportes

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Deportes

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 687135

elsiglo.mx