El hábito de recordar nuestro pasado y honrarlo, llega a convertirse en una virtud que pocos equipos del futbol mexicano practican: porque nadie, llámese institución, empresa o persona, somos lo que ahora, sin un antecedente que anteriormente nos guió, enseñó el camino y picó piedra para que la actual generación continuara con la carrera hacia el triunfo.
América, por ejemplo, reconoció a Luis Roberto Alves padre la jornada anterior, en un agradecimiento muy tardío de quién ha sido uno de los delanteros más brillantes de las Águilas. Y no conforme con su cuota goleadora, todavía les brindó a su hijo, Zague, para que el alto delantero con su mítica zancada lograra otros tantos.
Santos Laguna por su parte, conmemora anualmente a un jugador elegido por el público en base a una terna que presenta el Club. Uno de los requisitos es que tal futbolista esté retirado. Partiendo de esto, los dos grandes históricos santistas, e indiscutibles (aquí no caben ni gustos, ni géneros, ni opiniones diversas, pidiendo perdón a la tolerancia de ideas) que son Jared Borgetti y Rodrigo Pony Ruiz, han tenido que esperar su retiro para que su nombre sea inmortalizado en las paredes del estadio, a la usanza de los estadios primermundistas de la NBA , NFL y las Grandes Ligas.
He hablado muy de cerca con las partes involucradas en el caso Jared- Santos. En su momento no me cuadraba el por qué Santos no se vinculaba en las actividades que Jared promovía para su retiro. Ahora sé y me consta que el equipo Santos está en la mejor disposición en apoyar a Jared en todo este tipo de eventos: proponiendo un juego, develando una placa sin necesidad de participar en una votación popular, y hasta la elaboración de una estatua con la figura espigada de Jared cabeceando aquel gol de la final del Invierno 96.
Que Jared no acepte lo que propone Santos y quiera las cosas a su manera, ya es su decisión. Ni Club, ni prensa, ni afición pueden hacer mucho al respecto. Santos ofrece una serie de actividades a Jared según sus posibilidades, pues no puede desdeñar una planificación deportiva que contiene objetivos a corto plazo. Deseo el buen y feliz desenlace de esta relación y que todo concluya de una manera armoniosa. Y haciendo alusión a mi maestro Pablo Neruda, "aunque éstas sean las últimas líneas que de este tema escribo".
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