También en este espacio se habla de cosas positivas: sé que he criticado fuertemente a Alejandro Irarragorri por su prematura decisión de cesar a Romano y toda la crisis que esta acción conllevó en el aspecto deportivo. Sigo considerando que los cambios fueron a destiempo y tanto afición como equipo pagaron con creces viendo los puntos esfumarse a tal grado de llegar a 5 derrotas en forma consecutiva, arañando las 6 derrotas al hilo en torneo de liga, que como marca negativa histórica se sostiene.
Cuando tuve la oportunidad de charlar con Diego Cocca, casi recién llegado, en el programa de televisión en donde colaboro, pude descubrir que aunque tiene poca experiencia dirigiendo, posee una mentalidad diferente. Cocca ha comprendido lo que ni Sergio Bueno ni Romano comprendió: que Santos juega en una plaza en donde gustamos del futbol ofensivo, propositivo y en donde la afición y prensa busca se respete lo que ha distinguido a esta institución desde antaño, cuando los campeonatos, liguillas y primeros lugares en los aspectos ofensivos llevaron a Santos Laguna a ser un carismático protagonista en las últimas dos décadas.
Según la prestigiada Consulta Mitofski, Santos es el quinto equipo más popular de México, únicamente por debajo de los 4 grandes (o tradicionales) que son América, Chivas, Cruz Azul y Pumas. ¿Cómo un equipo nuevo de provincia ha seducido a los aficionados del futbol en estados como Michoacán, Quintana Roo, Chihuahua y Sonora, en donde sé hay una gran afición por el equipo lagunero? Incluso el amor por Santos llega a diferentes estados de la Unión Americana, en donde se sigue al equipo lagunero con interés, según los diferentes mensajes que nos llegan por las redes sociales. ¿A qué se debe este fenómeno? Creo que la respuesta no es tan complicada: al aficionado en general, no sólo al lagunero, le gusta ver un futbol atractivo, que contenga llegadas de peligro, emociones, remontadas, ¡goles! Y eso Santos lo ha venido ofreciendo desde 1993. Es cuando llega un entrenador "resultista", "puntillero", medroso y ultra defensivo cuando la afición santista salta, critica y reclama, aunque los resultados se estén dando.
Cocca poco a poco va cosechando el rico producto de su ciega fe (a veces exagerada) al futbol ofensivo. En lo particular tenía mucho sin ver un Santos como el que venció categóricamente al Cruz Azul. Pues no importando que se consiguiera el gol de la ventaja al minuto uno, el equipo buscó en todo momento el segundo, y después el tercero. Si a eso se le añade que se termina el partido con tres menores en la cancha. ¡Vaya! La victoria es más que completa.
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