A prisión. El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, comparece ante la juez Melissa Jackson en la Corte Criminal.
El director gerente del FMI, Dominique Strauss-Kahn, permanecerá detenido sin derecho a fianza hasta el viernes, cuando se realice la siguiente audiencia judicial relacionada con los cargos en su contra por presunto intento de violación y otros delitos, anunció ayer una juez en la ciudad de Nueva York.
Strauss-Khan compareció ante la jueza Melissa C. Jackson con aspecto cansado, deprimido y desaliñado. El titular del FMI enfrenta cargos de intento de violación, abuso sexual, acto sexual criminal, privación ilegal de la libertad y manoseo por la fuerza. El cargo principal conlleva una pena de cinco a 25 años de prisión.
Strauss-Kahn es acusado de atacar a una mucama que entró a limpiar su suite en un hotel de lujo cerca de Times Square.
El abogado defensor Benjamin Brafman dijo que su cliente niega todos los cargos.
Las acusaciones cimbraron el mundo financiero y la política francesa. Como miembro del partido Socialista de Francia, Strauss-Kahn era considerado de manera generalizada el posible contrincante más fuerte del presidente Nicolas Sarkozy, cuya otrora gran popularidad ha venido a menos, para las elecciones del próximo año.
Los fiscales habían pedido a la juez Jackson que mantuviera detenido a Strauss-Kahn, sin derecho a fianza, con los argumentos de que su posición al frente del FMI le permitió salir del país anteriormente, que era bastante adinerado y que no vivía en Nueva York.
Los abogados defensores habían sugerido que los fiscales establecieran una fianza de un millón de dólares y prometieron que el director gerente del FMI permanecería en Nueva York.
La camarera de 32 años dijo a las autoridades que cuando entró en la suite de Strauss-Kahn el sábado por la tarde, pensó que estaba desocupada, pero que Strauss-Kahn salió desnudo del baño, la persiguió por un pasillo, la arrastró a un dormitorio donde la atacó sexualmente, de acuerdo con el vocero de la Policía de Nueva York Paul J. Browne.
Efe
