Foto: RAMÓN SOTOMAYOR
Blanca da los últimos toques a un "Niño Dios" que es del tamaño de un bebé, con cuidado termina de pintar sus cejas en color café y le acomoda las pestañas. Lo ve listo y sonríe, se lo llevaron en pedazos y ahora luce como nuevo, y ella imagina, satisfecha, que alrededor de la figura se reunirá la familia entera en esta Navidad.
De todas las figuras del Nacimiento, la del Niño Dios suele ser la que más se rompe, y la que menos quieren reemplazar las familias, por lo que llegan al local de Blanca para que las repare.
Blanca tiene 30 años dedicada a la reparación de "Niños Dios" en un negocio familiar en el mercado Benito Juárez de Torreón, donde trabajaban sus papás y hermanos. Desde niña su fe la llevó a ayudarles, siendo muy apegada a la religión católica, sentía que era su obligación apoyar para que más niños fueran reparados.
"Barría, era en lo que yo les podía ayudar, según yo pegaba, pero no me quedaban muy bien, mi papá me decía que aprendiera porque iba a ser algo para nosotros, porque es lo único que sabemos hacer", explica.
El negocio abre cuando se acerca la temporada navideña, que antes era hasta diciembre, pero ahora arranca desde octubre, y el resto del año Blanca se dedica al hogar o según se requiera por la situación económica familiar, entra a laborar a alguna maquiladora.
"Cerramos unos dos o tres meses después de enero", comenta.
La señora dice que los ojos se pueden reemplazar y la pintura se puede retocar, aunque en ocasiones sí ha tenido casos muy difíciles donde prácticamente tiene que rellenar a las figuras porque el yeso ya está muy frágil, pero las familias suelen ser apegadas a ellos y prefieren repararlos a comprar otros.
"A veces vienen todos los niños quebrados, que los tengo que rellenar de adentro para que ya no se quiebren, para que duren más, porque vienen muy delgaditos, con cualquier golpecito se rompe", explica.
Blanca recuerda que hubo un tiempo en que su negocio estuvo repleto de fieles que acudieron a presenciar a un Niño Dios que lloró sangre. Era una figura muy grande, de más de 30 centímetros, que presentaba cierto deterioro, por lo que la reparadora comenzó a lijarlo con una navajita cerca del área de los ojos.
"Se le vio aguanoso en un lado, y en el otro también, entonces vino la gente a ver, y le empecé a rascar el otro ojo, y de vuelta, no sé si sea eso, un milagro, pero yo le tocaba los dos lados y estaba como aguanoso", refiere. Esto fue hace alrededor de dos años. La dueña de la figura no quiso ir a recogerla y fue su abuelo, pero prometió que le colocaría un altar en su casa.
Cuando ve su trabajo terminado, Blanca imagina que la familia estará alrededor del Niño Dios en las fiestas navideñas y le gusta pensar que las personas estarán unidas y sin pelear.
La mujer dice que la mejor forma de cuidar a los Niños Dios es resguardarlo en una vitrina donde no lo alcancen los hijos, porque no es un juguete y a los niños pequeños les llama mucho la atención jugar con ellos, pero sólo los rompen.
En esta temporada, Blanca repara entre 150 y 200 figuras, la gran mayoría son "Niños Dios".
Se dedica a reparar 'Niños Dios'
"A veces vienen los niños quebrados, que los tengo que rellenar para que no se rompan".
Blanca
Reparadora de 'Niños Dios'
LO DIJO Algunos cuidados con los Niños Dios:
N Mantenerlo en una vitrina.
N Limpiarlo al ponerlo en el Nacimiento y al guardarlo otra vez.
N No permitir que los niños de la casa los usen como juguetes.
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