Tal pareciera que la odontología lleva sus pasos hacia el terreno de reemplazar los dientes con problemas por tornillos o implantes ya como rutina, esto en el supuesto de que permite brindar mayor seguridad a largo plazo. Considerar esta premisa como una verdad está fundada por el curso que ha tomado la rehabilitación dental en el tratamiento de dientes perdidos o con un mal pronóstico. La implantomanía es la tendencia que se nos presenta en la mayoría de conferencias donde versa en esta postura al grado de que resulta recomendable introducir un implante en el hueso como sustituto de un diente que aplicar otros métodos conservadores utilizados bajo el criterio de que el pronóstico es menos confiable. Considerando esto en términos de garantía y pronóstico o de los pros y contras se puede pensar que de antemano es lo ideal, sobre todo cuando los tratamientos tradicionales como periodoncia-encías y endodoncia-quitar el nervio, puedan no garantizar el futuro de lo rehabilitado encima de un diente con problemas. Es importante establecer que los implantes son una muy buena herramienta para lograr resolver o devolver la función de la dentadura. Sin embargo optar por ellos como único plan de tratamiento en todos los casos puede resultar un riesgo si adoptamos criterios radicales o tendenciosas.
En la actualidad por el costo que significa realizar este tipo de odontología, está reservada para los casos donde no tenemos pilares de apoyo o bien sólo para quien tiene la posibilidad de costearse un tratamiento; que de antemano no es accesible para todos amén de las posibles complicaciones e implicaciones que resultan al establecer un plan de tratamiento para colocar implantes. Cabe hacer un comentario coloquial en esta situación cuando se trata de planear el tratamiento: Paciente que quiere un implante y tiene hueso el problema es que no tiene el dinero necesario, y el paciente que sí tiene el dinero resulta que no tiene el hueso adecuado para colocarlo. Aquí las implicaciones que resultan y que pueden complicar y modificar el plan de tratamiento y el costo por implantes.
Independiente a todo esto debemos pensar y considerar cuál es el origen de los problemas; los porqué de la pérdida de dientes o muelas. La mayoría por mala educación en salud buco-dental, falta de prevención o de recursos para obtener un buen tratamiento odontológico a tiempo. También consideremos los factores inherentes al paciente que presentan mayor predisposición para padecer infecciones y/o complicaciones.
A través de los años la odontología y la especialidad de encías o periodoncia evolucionó pretendiendo salvar dientes, con esta finalidad en el tratamiento Los materiales empleados en el pasado nos enseñaron que muchos; fueron producto de un mercado que pretendía estar a la vanguardia del interés del odontólogo por brindar una mejor odontología. Ahora podemos decir que en periodoncia hay mucho mejores materiales recomendados para tratar defectos causados por pérdida de hueso que rodea a los dientes, "claro que con sus limitaciones" y sin caer en el supuesto de que por sí mismos siempre serán un éxito. Considerando lo anterior cabe pensar que en materia de implantes las compañías interesadas en competir en este mercado, ofrecen al odontólogo productos de bajo costo pero que podemos estar comprando también menor calidad. El futuro de la odontología o de la salud bucodental debemos imaginarla en razón de los programas para la prevención y las condiciones para que la población lo pueda realizar, porque tener el cuidado de nuestros dientes significa a largo plazo el asegurar la propia dentadura evitando así gastos muchas veces imposibles de realizar.