La cifra de muertos por el naufragio el domingo de un crucero en el río Volga aumentó ayer miércoles a cien, mientras las familias seguían enterrando a seres queridos y los socorristas buscaban a 29 personas aún desaparecidas.
Se supone que un total de 108 personas iban a bordo del Bulgaria, un crucero de dos niveles, pero las autoridades dicen que llevaba más pasajeros de los autorizados cuando se hundió.
Las autoridades no habían determinado la causa del naufragio. Los sobrevivientes reportaron que el barco se estaba inclinando a estribor y teniendo problemas con el motor incluso antes de salir de la ciudad de Bulgar en ruta a Kazán, unos 750 kilómetros al este de Moscú. Las familias de las víctimas estaban sepultando ayer a sus seres queridos. En una sección musulmana del cementerio de Kinderi en las afueras de Kazán, Vladimir Nazarov sepultó a su nieto Ruslán, de nueve años, que viajaba a un campamento deportivo junto a su madre, que sobrevivió. La madre no estaba en el cementerio.
Familiares dijeron que una ola la barrió del barco y ella no se acordaba claramente del accidente. "En tres minutos él estaba muerto. Una comisión investigadora rusa dijo que el director de la agencia de turismo que operaba el Bulgaria y un funcionario de la agencia que registra los barcos en el río habían sido arrestados y que se había iniciado un proceso penal contra ellos.