Obesidad. La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición señala que el 40 por ciento de los mexicanos tiene sobrepeso y 30 por ciento obesidad.
El crecimiento que la obesidad ha tenido en el país en los últimos años ha impactado en mayor medida a los más pobres.
De acuerdo con un análisis reciente de la Secretaría de Salud, entre 1988 y 2006 el quintil más bajo de ingresos, es decir el 20 por ciento más pobre de la población, tuvo un incremento en sus tasas de obesidad mayor que el quintil más acomodado, que representa al 20 por ciento más rico.
"Hay una inequidad. Las personas que están en el quintil inferior aumentaron casi cinco veces la prevalencia de obesidad y eso fue de 1988 a 2006. Fueron los que aumentaron más", indicó el Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la dependencia, Mauricio Hernández.
El funcionario explicó que aunque el quintil con el mayor nivel de ingresos sigue siendo más obeso que el más pobre, la diferencia entre ambos grupos se ha cerrado aceleradamente.
Mientras que en 1988 la diferencia entre la obesidad del quintil más rico con el más pobre era del 30 por ciento, para 2006 la diferencia era apenas del 5 por ciento.
La última Encuesta Nacional de Salud y Nutrición señala que el 40 por ciento de los mexicanos tiene sobrepeso y 30 por ciento obesidad.
El funcionario atribuyó el rápido crecimiento de la obesidad entre los más pobres a que tienen menor disponibilidad de frutas, verduras y agua, y que por el contrario basan su dieta en carbohidratos fritos y refrescos.
"Es por la gran disponibilidad de calorías de mala calidad. Ellos proporcionalmente están expuestos a alimentos de mala calidad como tal, es una fuente de inequidad que hay que entrar a corregir. Estamos corrigiendo algunas cosas ligadas a la pobreza como la educación o la alimentación con Oportunidades y ahora hay que ayudar a que estas familias tengan acceso a alimentos más sanos. Tienen menos acceso a frutas y verduras, tienen un gran acceso a la cocina tradicional mexicana, que son alimentos con altos contenidos en grasa y carbohidratos.
"Lo que come una familia de este quintil es pasta, carbohidratos de masa fritos y bebidas azucaradas, porque no tienen acceso a agua o no tienen bien valorada el agua como un recurso nutricional y a eso agrégale que hacen menos actividad física", detalló.
La más reciente Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) 2010, revela que los hogares más pobres del país, ubicados en el primer decil, consumen más aceites y grasas, azúcares y mieles, productos asociados con la obesidad, que las familias más ricas.
Además de los problemas en su salud, la obesidad y el sobrepeso generan a la población pobre mayores problemas económicos.
Estimaciones de la Secretaría indican que las personas que tienen obesidad deben pagar 37 por ciento más en atención médica que aquellas que no tienen este problema.
Además, los individuos que desarrollan alguna enfermedad como consecuencia de sus niveles de obesidad o sobrepeso suelen vivir con estos padecimientos al menos 18.5 años de su vida, lo que les genera costos durante ese período.
La Secretaría calcula que el 12 por ciento de los mexicanos que viven en pobreza tiene diabetes y que el 90 por ciento de estos casos es a consecuencia de la obesidad.
Preocupan niños con sobrepeso en edad adulta
El 80 por ciento de los niños mexicanos llega a la edad adulta con sobrepeso, advirtió la Secretaría de Salud. En un análisis de la Subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud, se atribuye esta situación a circunstancias del entorno en donde viven los niños y de los hábitos de los pequeños. Para la Secretaría, el incremento del sobrepeso y la obesidad infantil están relacionadas al acceso y disponibilidad de alimentos altamente calóricos y con mucho sodio, de bebidas azucaradas y al sedentarismo. La dependencia reconoce que el país ocupa el primer lugar en cuanto a obesidad y sobrepeso infantil de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, con el 31 por ciento de los menores con este problema.
Esto ha llevado a que niños pequeños presenten enfermedades como diabetes tipo 2 o hipertensión. La meta final del sexenio de la Ssa es revertir la tendencia de crecimiento de la obesidad en niños.
