Al estilo del Día de Brujas festejaron los jugadores de Kansas City el triunfo en tiempo extra ante San Diego. Succop define con gol de campo triunfo de los Jefes
El quarterback Philip Rivers perdió el ovoide con 48 segundos para finalizar el tiempo reglamentario cuando lo tenían en la yarda 15 de los Chiefs de Kansas City y le costó a su equipo, de los Chargers de San Diego, caer derrotado por 23-20 en la prórroga.
El tradicional partido de la noche de los lunes de la Liga Nacional de Futbol Americano (NFL), que esta vez cayó en la fiesta de Halloween, puso el final a la octava semana de competición.
El fallo de Rivers iba a permitir a los Chiefs llegar hasta la prórroga y después de no haber dejado a los Chargers avanzar con la primera posesión, ellos sí lo hicieron hasta la yarda 12 del equipo de San Diego para que el pateador Ryan Succop anotase el gol de campo de 30 yardas que decidió el triunfo.
Los Chiefs (4-3) conseguían su cuarta victoria consecutiva para empatar en el liderado de la División Oeste de la Conferencia Americana (AFC) con los Chargers (4-3), que perdieron el segundo partido seguido, y los Raiders de Oakland.
El equipo de Kansas City, que comenzó la temporada con tres derrotas consecutivas, se convierte en el primero en la historia de la NFL que después consigue cuatro triunfos seguidos y se coloca en el primer lugar de la división con siete encuentros disputados.
Los 72.733 espectadores que presenciaron el partido en el Arrowhead Stadium, de Kansas City, vieron cómo los Chargers fueron sus peores enemigos y al final les deleitaron con el regalo de Halloween ofrecido por Rivers, que iba a ser junto al equipo de San Diego el gran derrotado.