Hospital. El costo del hospital fue de 725 millones de pesos, 51 de ellos donados por la fundación Río Arronte.
MÉXICO, DF.- A pesar de que cada año se registran en México alrededor de 115 mil casos de quemaduras graves por accidente, 13 mil de las cuales requieren hospitalización, sólo unas cuantas entidades disponen de instalaciones especializadas para su tratamiento.
El presidente Felipe Calderón inauguró ayer el Centro Nacional de Investigación y Atención a Quemados (Ceniaq) y destacó que se trata del primero en su tipo en América Latina.
Adscrito al Instituto Nacional de Rehabilitación (INR), el nuevo centro tiene una capacidad de 26 camas, que se se puede ampliar a 52 en caso de que ocurra algún desastre.
Operará con una plantilla de 300 trabajadores que prestarán servicios de urgencias, cirugía reconstructiva y rehabilitación y contará con un laboratorio de biotecnología y un banco de piel y tejidos para realizar injertos a los pacientes que así lo requieran.
El secretario de Salud, José Ángel Córdova, reconoció que la carencia de atención especializada cobra la vida de muchos pacientes, además de provocar la discapacidad en otros más.
"Por la falta de servicios de alta especialidad en la materia, los pacientes tenían que pasar de un hospital a otro e incluso buscar apoyo médico en el extranjero para su tratamiento y rehabilitación, con la consecuencia lamentable en ocasiones de morir, presentar una limitación funcional mayor o retardar su recuperación, así como afectar la dinámica familiar en aras de su restablecimiento", señaló.
Calderón, por su parte, reconoció que el centro era necesario desde hace décadas y aseguró que el Ceniaq evitará que los pacientes con quemaduras graves tengan que buscar atención especializada fuera de México.
Destacó que cuenta con tecnología de punta y facilitará los injertos de piel, para lo cual, remarcó, se requiere promover la cultura de la donación.
"Es importante que en México se genere una cultura de donación de órganos y, en este caso, una cultura de donación de tejidos, especialmente la piel, que puedan servirle a una persona que haya sufrido una quemadura severa", apuntó.
Guillermo Ibarra, director del INR, advirtió que ha sido difícil encontrar los donadores necesarios para poder ampliar la oferta del banco de piel. Actualmente, detalló, el banco cuenta con alrededor de 50 metros de piel, los cuales se pueden conservar por al menos cinco años.
A PASO LENTO
Virginia Sendel, presidenta de la Fundación Michou y Mau, recordó que hace 13 años solicitó por primera vez a las autoridades la construcción de un centro nacional especializado en la atención de quemaduras graves.
"Hoy ya tenemos algo. Antes no teníamos nada, no existía un hospital especializado para quemados. Sólo estaba el Seguro Social con camas destinadas en dos de sus hospitales", indicó en entrevista.