Desde Los Cabos, Baja California Sur, nos llegó la información de que el empresario lagunero, aficionado a la pesca deportiva, Óscar Daccaret, se coronó por tercer año consecutivo, campeón mundial del IGFA Offshore World Championship 2011, en donde se tuvo la participación de 26 naciones y 59 equipos.
El equipo mexicano, que al final de la competencia sumó 400 puntos, superando a los representantes de Estados Unidos, estuvo integrado por José Villavicencio, Hernando González, Michael Reyner, Sean Heyes y capitaneado por Óscar Daccaret.
De esta manera, el representativo de Los Cabos y el país hizo historia al coronarse campeón por tercer año consecutivo en el IGFA 2011, aun cuando concluyó el certamen igualado con el equipo de Islamorada Fish Capitains de Estados Unidos.
El haber concluido empatado con 400 puntos con el conjunto norteamericano ocasionó cierta polémica a la tripulación mexicana, la cual tuvo que demostrar que el campeonato obtenido fue legal, el cual fue avalado por un juez que se encontraba en la embarcación de los ahora tricampeones.
Cuando se le preguntó a Óscar Daccaret sobre la polémica originada, comentó: "Nadie nos regaló nada, todo fue legal. En la embarcación había un juez, quien constató que nosotros habíamos capturado seis marlines, por lo que los responsables de sancionar la competencia no dudaron en declarar a México campeón del certamen".
Por cierto, durante la ceremonia de premiación el lagunero Óscar Daccaret anunció su retiro de las competencias de pesca deportiva con la satisfacción de haber conquistado tres títulos mundiales de manera consecutiva, sin duda algo que pocos deportistas pueden presumir.
El Torneo Mundial de Pesca Deportiva IGFA tuvo una participación de 59 equipos, contando con 250 pescadores provenientes de 26 diferentes países del mundo.
El certamen se celebró en Los Cabos, Baja California Sur, en donde participan sólo los campeones de los torneos de pesca de cada área. Y más que por ser una competencia por dinero, el prestigio es el que está en juego, bajo el lema de "pésquelo y suéltelo", porque esa es una manera de proteger al picudo.
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