Evidencias. Arriba la habitación donde murió Jackson; a la izquierda Alberto Álvarez, director de logística del artista durante su declaración. Conrad Murray a la derecha.
El director de logística de Michael Jackson, Alberto Álvarez, aseguró ayer en la tercera jornada del juicio por la muerte del "Rey del Pop" que el cantante parecía estar ya muerto antes de que llegara el personal sanitario con la ambulancia a su mansión en Los Ángeles.
Álvarez, testigo clave al ser de las primeras personas que llegó al dormitorio de Jackson el 25 de junio de 2009, día del fallecimiento del artista, declaró durante casi toda la sesión de este jueves, en la que describió al jurado la dramática escena que contempló y le dejó "conmocionado".
El testigo vio a Jackson tumbado boca arriba sobre una cama con la cabeza mirando hacia la puerta, con los ojos y la boca abierta, mientras que su médico personal, el cardiólogo Conrad Murray, acusado de homicidio involuntario en este caso, realizaba compresiones con la mano izquierda sobre el pecho de su paciente.
La manera de proceder de Murray es contraria al protocolo básico de esa técnica de reanimación, que debe ser ejecutada sobre una superficie dura y ejerciendo presiones rítmicas en el tórax con las dos manos.
Según Álvarez, durante los minutos que él estuvo en la estancia, en ningún momento hubo alguna indicación de que Michael Jackson estuviera aún vivo.
En su testimonio, narró la secuencia de hechos que ocurrieron desde su llegada a la habitación aproximadamente sobre las 12:19 del mediodía hasta que aparecieron los servicios de emergencia.
"Alberto, de prisa, tenemos que conseguir una ambulancia y llevarlo a un hospital", recordó Álvarez repitiendo las palabras de Murray en aquellos momentos.
En ese instante Paris, la hija de Jackson, de 13 años, entró en el cuarto con su hermano Prince, de 14, y gritó "¡papi!" entre lágrimas. "No les dejes ver a su padre así", dijo Álvarez que le pidió Murray, quien atribuyó lo ocurrido a Jackson a "una mala reacción".
Álvarez se demoró en torno a un minuto en llamar a urgencias.
Según se desprende de las palabras del testigo, Murray dejó de hacer el masaje cardíaco a Jackson y le ordenó a Álvarez que metiera frascos de medicamentos en bolsas, así como un líquido de color blanco que colgaba de un gotero conectado a la pierna del artista por vía intravenosa.
Esa sustancia fue reconocida en la Corte Superior del condado de Los Ángeles, como propofol, el potente anestésico que la autopsia determinó como causa principal del fallecimiento del "rey del pop".
Ayer también compareció Kai Chase, la chef de Michael Jackson y de sus hijos desde marzo de 2009.
¿Sabías que...
Alberto Álvarez, guardia de seguridad que asistió a Conrad Murray en los últimos minutos de vida de Michael Jackson, afirmó haber recibido ofertas de la prensa de pagarle de 200 a 500 mil dólares por contar su historia?