Los Mochis. Los cadáveres de al menos 16 personas, entre ellos dos mujeres, fueron localizados enterrados en dos fosas clandestinas en un en terrenos de Sinaloa y Sonora. EL UNIVERSAL
Las autoridades mexicanas elevaron a 116 los cadáveres localizados en fosas clandestinas desde la semana pasada en el noreste de México, en lo que es el hallazgo más sangriento que se haya reportado en las últimas décadas en el país.
Los hechos comenzaron a conocerse la semana pasada cuando militares hallaron primero medio centenar de cadáveres en fosas clandestinas en el municipio de San Fernando, en Tamaulipas, justo en una zona donde en agosto pasado sicarios del cártel de las drogas de Los Zetas mataron a 72 inmigrantes, la mayoría centroamericanos.
Los militares buscaban a los responsables del secuestro de varias personas que viajaban a bordo de autobuses de pasajeros hacia la ciudad tamaulipeca de Reynosa, fronteriza con Estados Unidos entre el 19 y el 31 de marzo pasado.
A lo largo de los días, el número de cadáveres ha ido subiendo hasta llegar a 116, esto a partir de que el Ejército logró la detención de varias personas y que hasta ayer sumaban 17, presuntamente miembros del Cártel de Los Zetas.
La titular de la Procuraduría General de la República (PGR, Fiscalía), Marisela Morales, informó ayer que son 116 y no 120 como había informado horas antes la Fiscalía de Tamaulipas, sin embargo, no dio detalles sobre la diferencia en la cifra.
La fiscal también indicó que 34 peritos han realizado las necropsias a 72 cuerpos, por lo que se tiene ya identificación de ADN para que personas que busquen a un familiar desaparecido en esas fechas y por esa región acudan ante las autoridades.
Morales no dio ninguna identidad de las víctimas, pero hoy el Gobierno de Guatemala informó que el inmigrante guatemalteco Feliciano Tagual Ovalle fue identificado entre las víctimas de San Fernando, Tamaulipas.