China suspendió las importaciones de cerdo, productos cárnicos, aves y huevos procedentes de Alemania debido a la contaminación por dioxinas, anunció hoy el organismo chino encargado de controlar la calidad de productos alimentarios.
La prohibición entró en vigor el 11 de enero, después de que las autoridades alemanas anunciaron esta semana que se habían descubierto dioxinas altamente tóxicas en productos porcinos y de aves de corral.
En un comunicado divulgado en el sitio Chanel News Asia, la Administración General de Supervisión de la Calidad, Inspección y Cuarentena precisó que los envíos que ya están en camino y lleguen después del 11 de enero serán revisados por si existen dioxinas.
Para proteger la salud y seguridad del pueblo chino, las autoridades de China también someterán a controles sanitarios especiales a los productos porcinos que hayan entrado en el territorio con anterioridad a la adopción de esta medida para comprobar si contienen dioxinas.
Hasta ahora solo se habían detectado concentraciones de dioxinas superiores a lo permitido en huevos y en partes de aves por el uso de piensos tóxicos en granjas avícolas y porcinas, pero la víspera se confirmó que la contaminación afecta también a la carne de cerdo.
Las autoridades agrarias de Baja Sajonia, norte de Alemania, no descartan que la carne de cerdo contaminada haya podido llegar a ser comercializada.
El propietario de una pocilga de Verden, en Baja Sajonia, ha reconocido que mató numerosos cerdos este mes antes del cierre de su explotación, por lo que ahora se investiga si su carne ha podido llegar hasta el consumidor.
Holanda, Francia y Dinamarca se encuentran en la lista de países que han recibido productos sospechosos de estar en mal estado, aunque podrían no ser los únicos.
Los piensos contaminados con dioxinas se extendieron por Alemania durante 2010, procedentes de una fábrica que usó grasas industriales con altas concentraciones de dioxinas para hacer alimentos para animales
Un total de 150 mil toneladas de piensos se han visto contaminados por dioxinas y han sido distribuidas por Alemania, lo que ha obligado hasta el momento al cierre de unas cinco mil granjas, de las cuales 330 tienen ya vetada la salida al mercado.
Las dioxinas, residuos de la combustión, industrial o natural, son consideradas como sustancias cancerígenas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y aunque su absorción en pequeñas cantidades no constituye un peligro inmediato, el cuerpo humano las elimina difícilmente.
Hasta ahora, China es el único país que ha prohibido de manera indefinida la importación de cerdos, productos cárnicos, aves y huevos procedentes de Alemania, ya que Corea del Sur y Eslovaquia han impuesto restricciones solo a algunos productos.