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¿Te refieres a la deuda?

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Es indudable que el licenciado Rubén Moreira, gobernador electo de Coahuila, ha elegido la cautela mediática desde su triunfo contundente en julio hasta el primero de diciembre del presente, en que habrá ya de erigirse como gobernador constitucional, aunque ya de suyo es quien gobierna desde el momento que su hermano, Humberto, hoy todavía gobernador con licencia del estado, se marchó al Distrito Federal para ser presidente del PRI nacional.

Estas semanas, con mucha cautela por las circunstancias, el licenciado ha tenido que replantear su estrategia ante los medios luego de la difusión nacional que alcanzó la publicación del monto del endeudamiento que contrajo para el estado su hermano el profesor, y que ciertamente minaron su capital político que hasta entonces sólo había de crecimiento y triunfos, haya sido como haya sido, pero el que hoy el crédito del presidente del PRI nacional no sea el mismo como el que gozaba antes de que se conociera el pasivo de los casi 34 mil millones de pesos, por supuesto que fue factor para que Rubén diseñara otra ruta de planeación de este período entre la asunción plena al poder y la elección que le dio el mandato.

En ese contexto, se estuvo procurando una entrevista con quien será la máxima autoridad el próximo sexenio que está por arrancar apenas amanezca el último mes del año, y que quizá por agenda o estrategia (de ahí la conjetura que intencionalmente se ha manejado el bajo perfil), ésta tomó algún tiempo.

A los días, al fin se pudo llevar a cabo el encuentro periodístico. Ahí el gobernador electo delineó algunos ejes de lo que será su agenda de gobierno. Quizá el primero de ellos en el caso particular de La Laguna, sea que en su gobierno a diferencia de lo que fue el de su hermano, Rubén expresa su intención de darle a la Comarca Lagunera, lo que -por las razones que sean- aún no ha recibido.

Señala que la carretera que se construye entre Mazatlán y Durango será un detonante para los coahuilenses y en particular para esta región, por la facilitación que dará al comercio entre la costa del Pacífico y el golfo de México, lo que será en un factor clave para ser una oportunidad de convertirse en actores del flujo comercial que podrá establecerse entre los dos océanos, aprovechando por supuesto la cercanía con el mayor mercado del mundo: Estados Unidos.

Dice también que la carretera San Pedro-Cuatro Ciénegas abonará a la conectividad comercial de La Laguna con la frontera norte, además que coadyuvará a que la aduana de Piedras Negras esté abierta las 24 horas. No quiso aclarar el porqué esta rúa no se había hecho antes, no obstante se ha hablado mucho de ella con anterioridad.

Durante la entrevista, cuando se le cuestiona sobre las diferencias que han ocurrido entre la atracción industrial a la capital de Coahuila versus a La Laguna, Moreira ataja señalando que Saltillo se ha sacado la lotería sin comprar boleto, que la firma del Tratado de Libre Comercio lo ubicó geográficamente (250 kilómetros de la frontera con Texas) en un lugar privilegiado que le facilitó la explosión manufacturera, particularmente la automotriz. Añade que las vías ferroviarias que ya pasaban por Saltillo fueron un factor más para que la capital creciera de esa forma, no ocurriendo la misma suerte para La Laguna.

Es inobjetable que Saltillo esté más cerca que Torreón, Francisco I. Madero, Matamoros o Viesca de los norteamericanos. Igualmente ni quién ponga en duda que el TLC trajo consigo un crecimiento exponencial de la capacidad exportadora de México (quizá Carlos Salinas no era tan inepto y demoniaco como a veces lo hacen aparecer) y que la capital era donde residían esas ventajas comparativas, pero la John Deere se instaló en La Laguna en tiempos de Rogelio Montemayor, y el TLC ya había entrado en vigor.

En tanto, cuando se le pregunta cuáles programas sociales mantendrá de la administración anterior, algunos de ellos ahora suspendidos apenas pasaron las elecciones. Con indiscutible sentido social manifiesta durante este lapso de la entrevista que en Coahuila existen 80 mil ciudadanos en situación de pobreza extrema, "son pocos, comparados con el universo total del estado, son muchos si uno está en esa realidad".

Me parece que es preciso y hasta encomiable que sepa expresar con tal claridad la profundidad de ese problema, valga citar el adagio aquél de "no es lo mismo morir que cuando a uno le toca" y el gobernador electo, con sensibilidad supo expresar en todo sentido ese rezago en el estado.

Sin embargo, aunque sin duda muchos de los programas del "Gobierno de la Gente" son absolutamente sustentables, durante la charla supo eludir el cariz electoral que se les dio a muchos de ellos.

Al final de la entrevista, también con claridad, habla del orden, en particular del asunto de las placas vehiculares. La mitad de los coahuilenses no le pone placas a los carros, y ojo, quien tiene auto no es de la clase más necesitada. Qué bueno que piense así.

Al final Rubén Moreira promete un gobierno más ordenado, aunque no reconoce expresamente que el anterior no marchó de esa manera. Sin duda es un gobernante que denota capacidad y conocimiento de los problemas, y aunque al término del encuentro comenta que fue muy poquito lo que le fue preguntado, por ninguna circunstancia se puede soslayar que han seguido siendo opacos en explicar cómo se gastó el dinero que se pidió prestado, eso lo han dejado hasta el último mes de este sexenio, y sí es importante referirse a la deuda.

eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx

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