Las recientes multitudinarias manifestaciones de palestinos en las fronteras con Siria y Líbano, despiertan hoy en Israel el fantasma de una "revolución árabe" a sus puertas para la que no tiene respuesta.
El escenario que ningún medio elude es el de ¿qué ocurriría si millones de árabes de los países vecinos decidieran en conjunto, y coordinados por las distintas redes sociales en Internet, realizar una marcha desde varias direcciones e invadir Israel?
"Es un planteamiento que teníamos en cuenta, que está entre nuestros escenarios, pero para el que no tenemos realmente una respuesta", dijo a Notimex un alto oficial del Ejército tras los acontecimientos.
Más de una decena de palestinos murieron y unos doscientos resultaron heridos la víspera, en el Día de la Nakba (Catástrofe), cuando trataban de forzar su entrada en el territorio israelí a través de las fronteras de Siria, Líbano y la franja de Gaza.
El incidente, que recordó a muchos el espíritu y la táctica del pueblo egipcio Plaza Tahrir de El Cairo, que llevó en febrero a la caída del presidente Hosni Mubarak, hace temer a Israel sobre la posibilidad de una 'revolución árabe'.
En el artículo, el comentarista del Haaretz Daily Aluf Ben, sentencia que "la revolución árabe golpeó ayer las puertas de Israel" y "agitó la ilusión de que Israel puede vivir confortablemente, como si de una isla se tratara, desconectada de los dramáticos eventos que ocurren alrededor".
La "revolución" o "primavera árabe" es el movimiento popular que comenzó en Túnez a fines del año pasado y que llevó a una serie de ÿprotestas masivas contra las injusticias de regímenes autocráticos que gobiernan desde hace décadas en Oriente Medio.
En Túnez y Egipto consiguieron derrocar sus regimenes, en Yemen se negocia aún una salida del histórico presidente, en Bahrein causaron desasosiego y en Siria el presidente Bashar Al Assad recurrió a una dura represión para frenar las protestas.
Los palestinos, divididos en dos gobiernos en Gaza y Cisjordania y sin elecciones desde 2006, aprendieron la lección y decidieron avanzar a un proceso de reconciliación.
Mientras Israel permanecía hasta ayer al margen de esta nueva tendencia en el mundo árabe: que la población asuma el destino en sus manos y aproveche las nuevas tecnologías y redes para convocar grandes manifestaciones nunca vistas antes.
"La pesadilla que Israel siempre ha temido se convirtió en realidad", señala Ben sobre la idea de miles de refugiados crucen las fronteras de Israel para reclamar su derecho a regresar a la tierra de la que salieron o fueron expulsados en 1948, que es lo que conmemora la Nakba.
Una "injusticia", a ojos de los palestinos, hasta ahora irresuelta por la vía diplomática y que, a juzgar por lo ocurrido ayer, podría alentar a nuevos intentos para resolverlo por parte de los cuatro millones de refugiados que viven en los países alrededor de Israel.
"Más que un fracaso del espionaje, la situación resalta los límites del poder, resaltan que es imposible controlar todo el territorio y dispersar fuerzas en todas las fronteras", destacó el comentarista del diario independiente.
Fuerzas militares israelíes repelieron el avance de los manifestantes a disparos, pero en sus testimonios los soldados reconocieron este lunes que pudieron hacerlo porque se trató de un número relativamente bajo.
"Les disparamos a las extremidades con fusiles personales, porque con otro tipo de armas habría sido una carnicería", dijo un alto oficial, consciente de que si en lugar de cientos se hubieran sido miles, quizás no les hubiera quedado más remedio que recurrir a armas pesadas.
La decisión de preservar la soberanía israelí a todo coste y riesgo fue del primer ministro Benjamín Netanyahu, que "instruyó a las Fuerzas de Defensa de Israel a actuar con la máxima contención pero para que detuvieran la infiltración en las fronteras".
El primer ministro reconoció, sin embargo, que el conflicto "solo puede ser resuelto en negociaciones, no por la violencia, manifestaciones o acciones unilaterales".
El editorial del Haaretz Daily destaca que lo ocurrido demuestra que "Israel no controla el desarrollo de los acontecimientos ni sus tiempos", y que "los problemas sin resolver seguirán siendo una fuente de problemas que explotarán en algún momento doloroso".
"Los esfuerzos para copar con el problema palestino como si se pudiera separar de los problemas en la frontera norte es una mera ilusión", agregó el diario, que pide al gobierno de Netanyahu "resolver todo el embrollo".
Además de rellenar con iniciativas propias el vacío diplomático, que se ha creado en los últimos meses.
En este sentido, otra alta fuente militar israelí opinó que "hay eventos que no se pueden resolver sólo con violencia, y que existen otras vías, como la diplomática, para afrontarlos".
El miércoles Netanyahu viajará a Washington para reunirse con el presidente Barack Obama, en busca de una nueva iniciativa de paz para frenar la campaña palestina para que la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU) reconozca en septiembre al Estado palestino.
Uno de los escenarios para los que se prepara el Ejército israelí es el de que decenas de miles de civiles palestinos marchen sobre los asentamientos judíos en Cisjordania para echar a los colonos, una situación extrema, como quedó demostrado en la "primavera árabe".
Y también ayer, por lo que parece no haber más cura que tratar el problema de raíz y negociar la paz.