Terremotos y preparación
El viernes 11 de marzo un gigantesco terremoto golpeó la zona nororiental de Japón. Su magnitud alcanzó los 8.9 grados. Se trató del sismo de mayor intensidad en los 140 años para los que hay registros en Japón. Si bien los científicos pueden hacer ajustes a sus mediciones, todo parece indicar que se trata del quinto terremoto más poderoso en el mundo desde que hay mediciones precisas.
El mayor terremoto registrado desde el año 1900 por el U. S. Geological Survey es el que tuvo lugar en Chile el 22 de mayo de 1960 y que alcanzó una intensidad de 9.5 grados de magnitud (la escala, después de algunos ajustes, ya no se llama de Richter).
Los siguientes tres terremotos en la lista son el de la Sonda del Príncipe Guillermo en Alaska el 28 de marzo de 1964, con 9.2; el de Sumatra, de 9.1, que provocó un enorme tsunami el 26 de diciembre de 1964; y el de Kamchatka del 4 de noviembre de 1952, de 9 grados.
En el momento de escribir este artículo el U. S. Geological Survey todavía coloca en quinto lugar al terremoto de Chile que tuvo lugar en la costa de Maule el 27 de febrero del 2010, usted lo recordará, el cual tuvo lugar el 27 de febrero de 2010. Pero una vez que se procese toda la información lo más probable es que el sismo de Japón del 11 de marzo de 2011 se quede en quinto lugar.
La escala de magnitud en que se mide la intensidad de los terremotos, antes conocida como de Richter, es de naturaleza logarítmica con base 10. Esto significa que cada décima de punto que suba un terremoto en la escala duplica la intensidad. Un terremoto de 8.1 es el doble de intenso que uno de 8.0.
Lo interesante de todo esto es que no hay una relación entre la intensidad de los sismos y las víctimas humanas o la destrucción material. El mayor sismo de la Historia, el de Chile de 1960, causó 1,655 muertes en el país de origen mientras que el maremoto que ocasionó 61 muertes en Hawai, 138 en Japón y 32 en Filipinas.
En cambio el tercero en intensidad registrado, de 9.1 grados en Sumatra, provocó alrededor de 300 mil muertos tanto por el terremoto en sí como por un tsunami de enorme intensidad que afectó a muchos países de la cuenca del Pacífico.
El terremoto de 7.0 grados que tuvo lugar en Haití el 12 de enero de 2010 dejó un saldo oficial de 316 mil muertes y devastó completamente la economía del país. El de México del 11 de septiembre de 1985 mató a 10 mil.
La densidad de población en el lugar donde ocurre un sismo tiene mucho que ver con el saldo mortal. Pero el nivel de desarrollo económico y el grado de preparación de la sociedad son muy importantes. Chile y Japón son ejemplos de países que están preparados para resistir los terremotos. Tanto sus códigos de construcción como la preparación de la gente son de nivel muy alto. Por eso el hecho de que hayan tenido en los últimos tiempos terremotos de una gran intensidad no ha significado que hayan tenido las trágicas cifras de cientos de miles de muertos de otros países.
En esto hay lecciones para los mexicanos. Vivimos en un país que se encuentra en la cuenca del Pacífico, la mayor zona sísmica del mundo. Tenemos que estar siempre preparados para lo peor. Nuestros códigos de construcción deben ser muy exigentes y la población debe estar siempre preparada para lo peor.
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