El mexicano Érik Morales conquistó ayer el cuarto título en su carrera, al noquear a su compatriota Pablo César Cano, para ceñirse el cinturón de los superligeros por el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
Morales, el último púgil que derrotó al filipino Manny Pacquiao, propinó un tremendo castigo a Cano, quien terminó sufriendo varias hemorragias. La pelea fue detenida después del décimo asalto.
El rostro de Cano quedó cubierto de sangre, que le manaba principalmente de una cortada cerca del ojo izquierdo.
"El Terrible" Morales, quien se retiró en el 2007 pero volvió a los cuadriláteros tres años después, venía de perder ante el argentino Marcos Maidana en su contienda anterior. Cano, quien reemplazó apenas la semana anterior en el programa al también argentino Lucas Matthysse por enfermedad, trató de dar pelea, pero fue abrumado por Morales durante buena parte del combate.
Morales mejoró a una foja de 52-7 con 36 nocauts, mientras que Cano cayó a 22-1-1.
"Una vez que encontré mi ritmo lo dominé con la experiencia", dijo Morales. "Estoy muy contento por el cuarto título mundial, pero fue más difícil de lo que pensé".
El mexicano Érik Morales muestra orgulloso su cinturón. (AP)
