Una extraordinaria participación tuvieron los mexicanos Aarón Gordián, Saúl Mendoza y Martín Velasco para hacer el 1-2-3 en los mil 500 metros T54.
La pista de tartán es completamente suya. Aarón Gordián, Saúl Mendoza y Martín Velasco Soria no conocen rivales. La final de los mil 500 metros categoría T54, en los Juegos Parapanamericanos de Guadalajara 2011 se corre al ritmo de sus respectivas sillas de ruedas.
Los mexicanos se dan cuenta rápido que la lucha por el oro está entre ellos. Es Aarón Gordián quien decide apretar el paso cuando faltan 600 metros. Saúl Mendoza lo sigue de cerca, impulsa con fuerza las ruedas de su silla y ataca.
La tribuna aplaude al ver a los atletas nacionales punteando la gran final. Mendoza avanza metros, se abre en la pista para rebasar a Gordián. El grito de la grada se hace presente: "¡México, México!".
Pero Gordián todavía tiene energía reservada. Entra a la última recta en segundo puesto. La afición enloquece. Inicia la remontada. Sus manos impulsan con fuerza la silla. Saúl lo ve de reojo a su derecha. Un final de fotografía. Con la última brazada a las ruedas, Aarón cruza la meta en primer lugar.
El oro es para Gordián, con tiempo, de 3:21.64 minutos. El campeón levanta las manos. "En la recta final solamente miré al cielo, sé que mi papá está allá. Siempre he tenido una fuerza extra y eso siempre me ha permitido no caerme", explica, tras conseguir su segunda medalla dorada en Guadalajara 2011.
Detrás de él llega Mendoza, a sólo seis centésimas de segundo (3:21.70), mientras que Martín Velasco se cuelga el bronce (3:22.69). Es un podio conocido: el lunes pasado, los tres mexicanos se apoderaron de él, en el mismo orden, pero en la prueba de cinco mil metros.
