Baja presión. El matrimonio Medina sólo cuenta con un par de horas para llenar tinas y botellas todos los días antes de las cuatro de la tarde.
Durante dos horas del día Gloria Medina y su esposo David de sesenta años se apresuran a recolectar agua en tinas y botes, una vez que llegan las 4 de la tarde no servirá de nada abrir las llaves de su casa y deberán racionar la que tengan almacenada.
Gloria sabe que de no aprovechar esta situación deberá obtener el líquido de la toma general que los propios vecinos abrieron en un camellón cercano a su casa ubicada en la colonia Bocanegra.
Ante la poca presión y la alta demanda, un grupo de vecinos se reunió el miércoles anterior para identificar y abrir la toma general de un sector, misma que permanece abierta día y noche para quienes necesiten agua, sin embargo se encuentra a pocos centímetros del suelo y cubierta de tierra.
"Es una desesperación tremenda y no podemos hacer nada, pagamos los recibos y lo reportamos seguido, pero no hay respuesta", comenta David mientras abre una de las llaves.
RIESGO PARA LA SALUD
Ya son dos semanas que los vecinos de las colonias Bocanegra, Abastos y Moctezuma han padecido de falta de agua en sus hogares sin que hasta el momento se fije un plazo para su solución.
Este fenómeno ha cobrado doble importancia para los Medina, pues la diabetes de Gloria y las altas temperaturas ocasionan que su salud se complique ante unas horas sin ingerir líquido.
"Los pies se me hinchan y a veces me salen ampollas... no nos podemos bañar como Dios manda, esperemos que ya vuelva el agua" dijo la afectada mientras se acercaba la hora de preparar las tinas para su llenado.