Universidad Autónoma de Nuevo León no permitió la mínima reacción al Pachuca y sólo dio tres zarpazos en la primera mitad para sentenciar la eliminatoria. (Jam Media)
Por fin los Tigres logran expulsar, mediante un efectivo exorcismo, a los "fantasmas" del pasado. En dos ocasiones, en las finales del Invierno 2001 y el Apertura 2003, los Tuzos del Pachuca frustraron el anhelado título a la causa regiomontana. Hoy, por adelantado, han eliminado al enemigo que evitó la coronación norteña hace una década.
Lo hacen con total autoridad. Al cuadro hidalguense no le permiten ninguna posibilidad de reacción. Lo golean, lo bailan, le pintan la cara de todos colores y lo despachan con tal facilidad que se transforma en la serie más fácil de la ronda de cuartos de final del Apertura 2011.
El paseo, en el congelado "Volcán" universitario, incluye lujosos recortes, maniobras fantásticas y sonrisas dispersas por todos lados. Lucas Lobos, el hombre del talento, se combina con Damián Álvarez para rubricar un imponente 3-0 (4-0 global) que apaga a los tímidos hidalguenses, sin aliento para incomodar a la fiera.
Tan fácil se veía la contienda que la gente ya hablaba, previo a la contienda de la noche de este domingo, en las charlas de café, de los Gallos Blancos del Querétaro, rival en semifinales del desde ahora primer favorito a la corona.
Así lo confirma Tigres en la cancha...
Pronto, sobre el minuto 10, Lobos cobra un corner por la punta izquierda y Manuel Viniegra sorprende a la zaga para cabecear de frente y clavar el esférico a la derecha de Carlos Velázquez, inmóvil en la acción.
En adelante viene la faena. Lucas Lobos, encendido, cruza el área de derecha a izquierda, mediante un cambio de velocidad, y tras llevarse a medio mundo, saca un tiro cruzado, que le hace el túnel trágico a Segundo Castillo, antes de visitar las redes. Esto al minuto 26.
Damián Álvarez se sublima. En un palmo de terreno elude a Héctor Herrera, le aplica la misma al portero Velázquez y sin ángulo de tiro la empuja, al 35', para pintarle la cara a los hidalguenses, lo cual confirma con su festejo.
