LIMPIANDO EL ACEITE USADO
¿Quiere limpiar realmente el aceite de cocina que se ha usado? Busque una tela de tejido muy cerrado. No importa que se haya usado ya, siempre que esté perfectamente limpia. Póngala sobre un embudo, abolsando un poco el centro en el interior de él para evitar que se derrame el aceite. Si quiere una limpieza más escrupulosa de éste, ponga la tela doble.
ARGOLLAS PROVISIONALES
Si últimamente ha estado usted pegando en hojas de papel las recetas de cocina que ha recortado, con el objeto de buscar un libro con argollas para hojas sueltas, mientras lo adquiere, no tenga sueltas esas hojas, pues se maltratarán, hasta podría perderse alguna de ellas, quizá la que más le interesa. Con 2 cartones gruesos cortados al tamaño de las hojas, más un pequeño margen en sus 4 lados, podrá improvisar las pastas del libro. Ahora, para insertarlas en él, no necesita sino 3 alambres plastificados. El mismo procedimiento se puede seguir para libros de recortes o para los que siempre están haciendo los niños.
¿HUELE MAL SU REFRIGERADOR?
Para quitarle cualquier olor desagradable, lave su interior con agua en la que haya disuelto un poco de bicarbonato. NO use polvos limpiadores ni detergentes, pues maltratan su fino acabado. La solución indicada lo dejará limpio y sin olores desagradables.
PRENDAS DE PANA
Cualquiera de ellas permanecerá esponjada y sin arrugas aún después de muchos usos, si se cuelga completamente empapada en ganchos, después de lavarla, a fin de que seque sola.
UN BUEN ENJUAGUE PARA EL CABELLO
Tengo un pequeño secreto que creo encontrará magnífico para su cabello y cómodo para su bolsillo. Pruebe usar el mismo producto que emplea para suavizar la ropa. Agregue una tapa, o un poco menos, a un vaso de agua y enjuague con él su cabello después de lavarlo. Una vez que lo haya enjuagado bien con agua únicamente, lo encontrará suave, terso y lustroso, ¡y qué bien huele!
CHAROLAS VIEJAS
No tires esas charolas viejas y maltratadas que tiene usted por allí. Todavía se pueden aprovechar, por ejemplo, coloque en una de ellas la vasija en que les pone el alimento al perro o al gato, con lo que evitará que ensucie el piso alrededor. Tenga también una en el sitio en donde guarda los enseres de limpieza, como el cepillo, escoba, frotador de piso, etc. De este modo no se manchará el sitio en donde acostumbra descansarlos. En tiempo de lluvia instale una a la entrada de la casa, detrás de la puerta, para que dejen en ella los zapatos de hule o las botas mojadas y enlodadas.
¡A COMER!
No quede ronca llamando a los chicos a comer. Compre un silbato de sonido fuerte y los verá llegar corriendo. Si no puede soplar con fuerza, use una campana.
