ALEGRÍA PARA NIÑOS
¿Quiere ver que se ilumine el rostro de sus hijos en algunas ocasiones especiales? Guarde las monedas de baja denominación que reciba en una jarra, tibor o en cualquier otro recipiente. Luego, "ese día especial", en su cumpleaños, el día que terminen algún año escolar, en Navidad, etc., después de abrir todos sus regalos, tome el recipiente con las monedas y deje que cada niño, el más pequeño primero, meta la mano y saque lo que le quepa en ella. Es muy grato ver brillar sus ojos cuando retira la mano de la jarra o recipiente donde se encuentra el "tesoro" y usted no irá a quebrar por esto, ya que no asciende en gran cosa.
IDENTIFICACIÓN
Haga que sus chicos escriban su nombre, domicilio y teléfono en una tira de papel y que luego le peguen, usando para esto cinta adhesiva transparente, en el interior de la pasta de sus libros y cuadernos escolares y si es posible, también en la parte interior del cuello de sus chaquetas y gorras, de su lonchera, de su guante de beisbol y de cualquier otro artículo que puedan dejar olvidado en alguna parte. Así, quien lo encuentre y quiera entregarlo, sabrá quién es su dueño y en dónde vive.
LA MEDIDA DE SU HIJO
Si quiere saber lo que va midiendo al correr del tiempo, vaya marcando periódicamente en el marco de una puerta interior de la casa que no esté a la vista de los visitantes, su altura y la fecha en que lo mide. Esto lo puede hacer, digamos, cada año. Un buen lugar para llevar este récord es el interior del marco de la puerta de su clóset. Generalmente éste no se pinta nunca y por lo tanto allí se conservarán indefinidamente las medidas. En cambio, en otra puerta, habría que dejar sin pintar el marco para que el récord no se perdiera.
¿LLORA SU NIÑO EN LA TINA?
Si es primeriza, quizá supone que es porque no le gusta el agua. Generalmente no es así, llora porque el agua está muy caliente para su delicado cuerpo. Quizá diga usted "¡Pero si la probé con mi mano!". Pero el agua para bañar al bebé debe probarse con el codo. Las manos están muy acostumbradas al agua tibia o caliente y no son buenos jueces de su temperatura. Así que de hoy en adelante pruebe su calor con el codo y el de la fórmula con su puño.
