YA NO DESPERDICIE JABÓN
¡Por fin! La respuesta definitiva para el dilema de los sobrantes de jabón. Elimínelo completamente. Cuando termine de bañarse, tome ese suave y pequeño pedazo de jabón y péguelo firmemente a una nueva barra que esté también ligeramente suave, o por lo menos húmeda. Presione las dos barras juntas tan fuertemente como pueda. Y déjelas secar. Después de su ducha al día siguiente, la vieja barra de jabón se habrá adherido a la nueva. Ya no desperdiciará jabón.
UN CONSEJO PARA LA VIAJERA
Cuando compre aretes montados con cartones, no tire éstos: guárdelos y cuando viaje vuelva a ponerlos en ellos para que no se mezclen con sus otras joyas.
QUE LOS RECUERDEN SIEMPRE
Si se muda usted a una ciudad muy lejana y no tiene oportunidad de que sus hijos vean con frecuencia a sus abuelos, tíos y demás parientes, le aconsejo que para que los niños no olviden los rostros de sus familiares, tome algunas fotografías del álbum y las pegue en su caja de juguetes. Así, cada día podrá señalar las fotos y mencionar el nombre de cada miembro de la familia para que los niños recuerden quiénes son y cuándo vuelvan a verlos no sean completamente extraños para ellos.
LUZ EN LA DESPENSA
Si no tiene usted una buena luz en su despensa, tenga a mano precisamente en este lugar una linterna manual a fin de que pueda encontrar fácilmente lo que busca, sobre todo, por la noche, ya que la luz del techo casi nunca ilumina bien el fondo y los rincones de los entrepaños. Es sorprendente la cantidad de cosas que van a dar a esos sitios.
LOS ADOLESCENTES HACEN LAS COMPRAS
Las familias en las que ambos padres trabajan podrán beneficiarse con esta idea. Pida a sus hijos adolescentes que le ayuden haciendo las compras de abarrotes en lugar de que usted las haga. Podrán turnarse para hacer la lista. Posteriormente, al tener sólo cierta cantidad de dinero para gastar estarán aprendiendo el valor del dinero y cómo comprar.
¿VA A BARNIZAR UN PASTEL?
Para que se le facilite más su tarea y su trabajo quede mejor, ponga las capas dentro de una bolsa de plástico y métala al congelador. Verá con qué facilidad se desliza la cobertura sobre su superficie y qué tersa queda. El pan no se desmorona en absoluto y es un procedimiento que se puede seguir también con panqués y galletas.