La convence. El trabajo de Burton llamó la atención de Middleton cuando en 2005 confeccionó el vestido de novia de Sara Buys, quien se casó con Tom Parker Bowles.
LONDRES, INGLATERRA.- El secreto mejor guardado de la boda del príncipe William con Kate Middleton se develó ayer finalmente...
El vestido de novia que Kate lució -diseñado por Sarah Burton, directora creativa de la casa de moda Alexander McQueen- provocó expresiones de admiración apenas llegó a la Abadía de Westminster.
Varios meses de especulación fueron recompensados con una pieza mágica: un elegante vestido en color marfil, con cuello en "v", una cola de 2.70 metros de largo y un espectacular velo.
Fue discreto, comparado con el monumental vestido de voluminosas mangas y casi interminable cola que la Princesa Diana lució en 1981.
El vestido de Middleton fue uno de corte ajustado y de confección compleja, manteniendo el emblemático sello de McQueen con su corte a la cintura, sus ajustadas caderas y encajes elaborados a mano.
Creativos como Christian Lacroix, Hubert de Givenchy y Donatella Versace, entre otros, coincidieron en resaltar la elegancia del conjunto, opulento pero sin ostentaciones excesivas, remarcando el refinamiento tradicional en los atuendos nupciales de la casa real británica durante la primera mitad del siglo pasado.
La dama de honor, Pippa Middleton, hermana de Kate, usó un vestido, también de Burton, tipo columna en tono crema, también con escote en V y su peinado fue natural. Sus tonos nupciales y su pavoneo detrás de Kate llamaron la atención de varios comentaristas.
"Su vestido estuvo excepcionalmente hecho a la medida, y fue básicamente blanco", dijo Mark Niemierko, un organizador de bodas que ha planificado algunas de las ceremonias más extravagantes de Londres. "Para una dama de honor eso siempre ha sido un no-no, pero creo que la idea podría ganar popularidad", agregó.
A detalle
Kate Middleton lució como toda una princesa.
⇒ Artículo "prestado": Middleton lució la tiara "Halo", de Cartier, que le dio la reina Isabel II para la ocasión.
⇒ Lo "nuevo": En el ajuar de Middleton fueron un par de aretes de diamantes, de Robinson Pelham que le dieron sus padres.
⇒ El detalle: los trabajadores de la Escuela Real de Bordados, que crearon los encajes se lavaban las manos cada treinta minutos para mantener el encaje e hilos impecables, y las agujas se cambiaban cada tres horas para mantenerlas con punta y limpias.
En un bosque de 'pamelas'
Hubo tradición y modernidad, estilos sobrios y toques caprichosos: la boda del Príncipe Guillermo y Kate Middelton mostró las raíces de la moda británica, así como su apuesta por la vanguardia en la alta costura.