"En México detenemos para investigar; en los sistemas de justicia que funcionan, investigan para detener."
Juan Ciudadano, 15 marzo 2010.
Si no funciona una acusación habrá que recurrir a otra: lo importante es mantener a Jorge Hank privado de la libertad.
Las acusaciones federales contra el expresidente municipal de Tijuana y otras 10 personas por acopio y portación de armas cayeron por tierra este 14 de junio cuando la juez novena de distrito en Baja California, Blanca Evelia Parra Meza, dictó auto de libertad por "falta de elementos".
Sin embargo, en vez de liberar a Hank, la PGR optó por entregarlo a las autoridades de Baja California. Ahí, mientras la PGR preparaba una apelación, el político priista rindió declaración sobre un presunto homicidio. La PGJE pidió para esta nueva acusación un arraigo de 40 días, que finalmente fue denegado por un juez local.
No sé si tenga méritos la acusación de homicidio en agravio de una novia de un hijo de Hank. Dice el procurador estatal que se basa en la declaración de un testigo, pero el argumento de que no había una persecución personal en contra del expresidente municipal es cada vez más difícil de sostener.
Apenas el 7 de junio la procuradora federal Marisela Morales descartó buscar un arraigo contra Hank para buscar acusaciones adicionales a las ya presentadas por acopio y portación de armas. Para evitar especulaciones sobre un interés político en el caso, dijo, el Ministerio Público federal se atendría a las 96 horas del plazo constitucional para que la juez decidiera un auto de formal prisión.
El auto de libertad obligó a las autoridades panistas a cambiar la estrategia. Se dijo primero que dos de las armas halladas en la casa de Hank habían arrojado resultados en pruebas balísticas que sugerían que habían sido utilizadas en un homicidio. Como no había pruebas suficientes para la consignación, la Procuraduría bajacaliforniana pidió el arraigo. Las pruebas presentadas por la autoridad, sin embargo, no convencieron al juez.
Si hay pruebas por homicidio la autoridad podrá buscar todavía una consignación. Pero si había indicios de la participación de Hank en un crimen tan serio como homicidio, ¿por qué no se buscó detenerlo hasta después de que fue liberado de la acusación de acopio?
¿Cuáles fueron los argumentos de la juez federal para dejar en libertad a Hank por acopio y portación de armas? El comunicado de la Judicatura Federal no señala más que "la falta de elementos para procesar". Sin embargo, Patricia Bugarín, titular de la SIEDO, me ha dicho que la PGR apelará la decisión, entre otras razones, por el hecho de que la juez admitió como pruebas los videos de vigilancia de la casa de Hank.
¿Qué muestran los videos? No la introducción de armas para su "siembra", como había argumentado Hank, pero sí de que no había ninguna persona en la puerta con armas largas. De hecho, no parece haber indicación de que los soldados hayan ingresado a casa de Hank en persecución de una persona en flagrante delito. Si no hubo flagrancia, el allanamiento sin orden de cateo o de aprehensión habría sido ilegal; y las pruebas obtenidas ilegalmente no son aceptables en los tribunales mexicanos.
Buscar el arraigo parece haber sido una medida inevitable ante la caída de las acusaciones originales. Esto daría tiempo para que la PGR apelara y para que se buscaran pruebas de otros delitos. De hecho, me imagino que tarde o temprano algo le encontrarán a Hank, que no es una blanca paloma. Si no es homicidio será algo más. Lo que ya no tiene sentido es afirmar que la detención no fue producto de una decisión premeditada.
ARRAIGO
El arraigo, que permite detener a cualquier persona por tiempo indefinido, fue declarado inconstitucional por la Suprema Corte de Justicia. Los legisladores de todos los partidos modificaron la Constitución para hacerlo legal. Los priistas que aprobaron la enmienda no pueden quejarse ahora de que se aplique contra uno de los suyos.
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