Vocación. Nada impide que los sacerdotes salgan de los templos y parroquias a promover los valores. JOSÉ ANTONIO RODRÍGUEZ / EL SIGLO DE DURANGO
Durango
La drogadicción es un fenómeno que empezó con unos cuantos y ahora ha llegado a niveles altos y no solamente en los hombres sino también en las mujeres, señaló el obispo Auxiliar de la Arquidiócesis, Enrique Sánchez Martínez.
Mencionó: "Este es un problema de salud que debemos atenderlo todos y que es real. En las noticias se habla del consumo de droga en las escuelas, lo vemos en las familias donde hay jóvenes que a escondidas de sus padres consumen droga".
Esta situación se debe a un deterioro de la vida social y familiar; por eso los jóvenes buscan una salida falsa y pasajera.
La medida más eficaz para poder abatir esto es la unidad y búsqueda entre todos de una solución, pues este es un problema social y hay que buscar la manera de contrarrestar la desintegración de los valores.
La solución no es fácil; no solo le compete a una persona o a una institución. Ahora los padres de familia requieren de la ayuda de todos para poder educar a los hijos.
Ante esta situación, la Iglesia se ha abocado a evangelizar la familia, en ayudar a promover los valores, encontrando que hay situaciones en donde requiere una atención inmediata.