El beisbol está de luto nuevamente, ahora con el fallecimiento del que fuera pitcher de bola de nudillos y manager triunfador, Mario "Toche" Peláez. Tuvo sus ocho temporadas completas con los Diablos Rojos del México y estuvo con los campeonatos ganados de 1964 y 68 así como en 1966 cuando el tim escarlata llegó a la final.
Tenía 73 años al momento de morir en Córdoba, Veracruz, habiendo sido perseguido por una enfermedad complicada desde hace años.
"Toche" Peláez estaba teniendo problemas en su carrera de pitcher cuando aprendió a lanzar un buen pitcheo de nudillos que le enseñó aquel gran lanzador Tony Dicochea, mismo que fue una pesadilla para los bateadores de la Liga Mexicana cuando era llamado por el manager Tomás Herrera a salvar un juego.
Entonces no había la estadística de juegos salvados pero fueron muchos los partidos que salvó, además de terminar sus ocho años con Diablos teniendo un récord de 43 ganados y 40 perdidos con 3.55 en efectividad.
Aunque llegó a comenzar algunos juegos al llegar al Diablos en 1962 cuando Wilfredo Calviño fue el manager, la mayor parte del tiempo fue utilizado como relevista, cerrador de lujo para los equipos de Tomás Herrera de 1963 a 1969. Tuvo un año de 11 victorias y dos de siete.
En 1972 llegaron los Cafeteros de Córdoba de los Mansur a la Liga Mexicana y el gran Chara lo nombró manager del club de expansión. En ese primer año fueron a la final y vencieron al Saraperos de Saltillo, manejado por Tomás Herrera, en seis juegos para ganar el campeonato de la Liga Mexicana en forma por demás sorpresiva.
En esa final el pupilo le ganó al maestro, llegando Peláez a su cima beisbolera con ese título. Sin embargo no pudo repetir su exitazo inicial y después del Cafeteros manejó otros equipos en la Liga Mexicana.
Su carácter festivo y jovial le lograron trabajos como comentarista de beisbol en Nuevo Laredo y otras partes. Como sucede con bastantes héroes del beisbol cuando pasan muchos años, los equipos se olvidan de ellos y su gran éxito del campeonato de 1972.
Descanse en paz este gran relevista y luego manager de un campeón al que no se le daba ninguna oportunidad de alcanzar o pelear la corona. Dios lo tenga en la gloria y cuide a su familia.