MIENTRAS en la Ciudad de México la lluvia fue benévola con los días de beisbol, en Nueva York los aguaceros han estado a la orden. En el DF sólo se tuvo que suspender un juego, que era entre Puebla y Diablos, contra los nueve que los Yanquis tuvieron que cancelar y reprogramarlos para otro día con lo que también fueron líderes.
En total se suspendieron este año 54 juegos por lluvia en las Mayores, más del doble de 2010 cuando fueron 21 los encuentros que se reprogramaron. Aquí en la capital, afortunadamente Tláloc tuvo una mala campaña y prueba de ello es que en el Foro Sol sólo se tuvo que jugar un partido a la una de la tarde, que desgraciadamente fue en la serie final para que todo terminara con un horrible doble juego. Algo que debe evitarse.
Y al comenzar el primer play off en Nueva York el viernes la lluvia nos interrumpió el duelo esperado entre CC Sabathia por Yanquis y Justin Verlander por Tigres.
Desde 2008, con aquel problema de los diluvios que caían sobre Filadelfia en la Serie Mundial, el comisionado Bud Selig decidió copiar el sistema de la Liga Mexicana, en que los partidos, aunque no lleguen a ser oficiales, se reanudan en donde quedaron al momento de la interrupción.
Y en lugar de volver a comenzar, de acuerdo a las reglas normales del beisbol, el juego de Yanquis y Tigres se va a reanudar en el cierre del segundo acto con Nueva York al bat y el juego empatado a una carrera.
La Liga Mexicana usa este sistema en play offs y series finales desde hace décadas y enseguida se llegaron a ver las bondades de esa nueva reglamentación.
Para nuestro circuito debe ser un orgullo que hasta las Ligas Mayores lo hayan copiado y es algo así como un danzón dedicado para los que se la pasan criticando al beisbol mexicano.
En el único juego que se pudo celebrar, Tampa Bay, con una paliza de 9-0 sobre Rangers, nos volvió a demostrar que es la mejor organización de las Mayores, ya que la gran mayoría de sus nuevos elementos vienen de sus sucursales y ahora mostraron a un zurdo novato, Matt Moore, que lanzó la blanqueada. Hace una semana, al debutar como abridor contra Yanquis, puso cinco ceros y ponchó a 11.
Tampa Bay pierde año con año estrellas que se van, pero cada nueva temporada presenta otros jugadores de sus sucursales y siguen en la pelea. No hay duda que en la Liga Americana tienen el pitcheo inicialista más profundo, digno del Filis y su gran calidad de abridores. Los Rangers, ahora sin Cliff Lee, están en problemas.