TONY LaRussa es indudablemente un manager diferente a los demás y es de los que conserva muchas de las estrategias del beisbol de antes que ahora son totalmente ignoradas. Uno puede decir que el ya veterano manager del Cardenales salvó el juego del viernes para su equipo al comenzar a utilizar desde la quinta entrada a sus relevistas especiales. Como dijo una vez Yogi Berra, se hizo tarde temprano.
El zurdo mexicano Jaime García estaba lanzando bien en la quinta entrada y ganaba 4-1, pero con dos outs los Cerveceros pusieron dos a bordo y venía a batear el temible Ryan Braun, que seguramente va a ser el Más Valioso de la Liga Nacional, es bateador derecho contra el zurdo García y un jonrón empataría el partido.
LaRussa actuó con rapidez mental y logró ganar algo de tiempo mientras calentaba el derecho Octavio Dotel. Todavía mandó a su primera base Albert Pujols a hablar con García y entonces decidió entrar al montículo para cambiar de lanzador. García salió muy molesto ya que le faltaba un out para poder ser el pitcher ganador y estaba viniendo de una primera salida en que le dieron de palos.
Pero la estrategia de LaRussa salió perfecta ya que en el momento más importante del juego, en el decisivo, Dotel ponchó al peligroso Braun para de esa manera terminar el peligro. Dotel estuvo perfecto en su trabajo corto y los relevos siguieron bien para que San Luis se colocara a un triunfo de ir a la Serie Mundial, con ventaja de tres juegos a dos.
Milwaukee jugó posiblemente uno de sus peores juegos del año y nos mostró pelota llanera al hacer dos errores que costaron tres de las cuatro carreras, uno del antesalista Jerry Hairston que acababa de hacer una gran atrapada, y otro del short cubano Betancourt. Con tanta mantequilla no se puede ganar, y la verdad es que tanto Cardenales como Milwaukee lucen como equipos modestos para el nivel que se juega en Ligas Mayores.
Pero si Jaime García no se llevó la victoria fue factor en tres de las carreras, ya que produjo una con rola y en su batazo que se le fue entre las piernas al antesalista Hairston entraron otras dos.
No hay duda que LaRussa es de la vieja escuela y me recordó cuando los managers del Yanquis, Bucky Harris y Casey Stengel, no esperaban hasta la octava o novena entradas para traer pronto a su relevista estrella. Llamaban al zurdo Joe Page en el momento en que podía decidirse el juego, en la quinta entrada o antes.
No siempre se decide un juego al final y el quinto inning, como en el caso de este juego, puede ser el momento clave.
¡Bravo por LaRussa!