EL manager de un equipo de beisbol puede llegar a parecerse a un jugador de ruleta que después de haber tenido una muy buena noche en el casino regresa pronto para perder todo lo que había ganado. Este ha sido el caso en este invierno de Matías Carrillo, el famoso jugador que ahora como manager ganó su primera corona con los Tigres de Quintana Roo pero que actualmente está al frente del equipo de Guasave y no solamente terminó en último lugar de la primera mitad invernal, sino que sólo ganó nueve juegos y finalizó con los Algodoneros perdiendo 16 partidos seguidos. La marca del Pacífico es de 20 derrotas seguidas y la tiene, naturalmente, Mayos de Navojoa, en la campaña 29 del circuito.
El récord de derrotas seguidas en la Liga Mexicana es de 21, impuesta por el Águila de Veracruz en la temporada de 1986, un equipo que tuvo cuatro managers: Francisco Rodríguez, José Leyva, Alfredo Ortiz, Ramón Arano, y Matías Barush. Bastante de la crema y nata estuvieron con ese tim de los 21 reveses seguidos en que el pitcher con más derrotas lo fue Vicente Palacios con 14. El "glorioso" Águila terminó ese año con una marca de 30 ganados y 96 perdidos, a 57 juegos y medio del líder sureño Ángeles Negros de Puebla de don Jaime y Vicente Pérez Avellá que en ese año acabó con el cuadro y fueron los campeones. Sin embargo ese Águila no pudo alcanzar las 104 derrotas del Tigres de 1959 que es la marca más negativa en la historia de la Liga Mexicana.
En la Liga Americana el récord de más derrotas seguidas es también de 21, impuesto por aquellos Orioles de Baltimore de 1988 que arrancaron la campaña perdiendo esa gran cifra de 21 juegos antes de ganar uno. Obviamente ello le costó el trabajo al manager Cal Ripken senior, que fue reemplazado por Frank Robinson, aquel jonronero que luego tuvo fama de mal timonel.