La Liga Mexicana ya aprobó un quinto extranjero durante su última reunión en un movimiento que servirá para ayudar a los problemas de pitcheo en nuestro beisbol y algunos equipos van a empujar durante la convención que se inicia el domingo en Dallas, Texas, que se añada un quinto equipo para los play offs. Bien dicen que no hay quinto malo y las Ligas Mayores ya aprobaron un club adicional para los play offs.
Este quinto equipo, que sería un nuevo comodín, se enfrentaría en un juego al que terminó en cuarto lugar de cada grupo y decidir cuál de los dos llega a la gran fiesta. La idea de añadir un nuevo aliciente de Bud Selig parece interesante y sirve para Ligas Mayores debería serlo también para nosotros. Después de todo el calificar de panzazo como cuarto lugar no es una hazaña para presumirla.
Las Ligas Mayores comenzaron en 1969 su play off por el campeonato y la Liga Mexicana adoptó un año después, con Veracruz ganando la final al Diablos Rojos. Y el Águila no ha vuelto a ganar un título.
En 1973 la Liga Americana aprobó la regla del Bateador Designado después que tanto nos gusta a muchos y desagrada a otros y un año más tarde la Liga Mexicana la puso en práctica. A través de tantos años desde 1974 el único directivo de Liga Mexicana que cada año trataba de que volvieran los pitchers a batear lo fue don Gustavo Ricalde, el muy estimado propietario de los Leones de Yucatán que falleció hace unos años. Fue en las Ligas Menores de 1972 cuando se aprobó por primera vez este bateador extra y no hay que olvidar que entonces vivíamos la era en que los pitchers dominaban tanto que los campeones bateadores llegaron a ganar títulos con apenas la nariz asomando de los mágicos .300. Y eran los tiempos en que los buenos serpentineros completaban sus juegos y tenían promedios increíbles de efectividad como aquel fantástico de Luis Tiant en 1968 que terminó con 1.60 con Indios de Cleveland y el 1.12 de Bob Gibson con Cardenales de San Luis en 1968. Y no hay que olvidar los muchos años de Sandy Koufax con efectividad debajo de las dos carreras limpias por juego. Ahora el promedio de pitchers por juego en Ligas Mayores es de casi seis por cada equipo y en la actual liga de invierno es probable que establezcan la marca de siete lanzadores por tim en cada partido.
De esta manera la Liga Mexicana, que ha seguido las nuevas ideas de Grandes Ligas como todos los demás circuitos también podría llegar a aprobar en un momento dado la entrada de un quinto equipo a los play offs.