EL lunes en Mexicali, en donde se juega el beisbol más frígido que en cualquier otra plaza, tuvieron un juego de 19 entradas que duró siete horas con 45 minutos y terminó a las tres y media de la madrugada que son las cinco y media en hora del centro, la hora que los lecheros repartían su producto.
Naturalmente cuando terminó la tremenda batalla había un frío que envidiaría el Polo Norte y solamente quedaron un puñado de aficionados.
Suena muy bonito al aceptar que los jugadores se partieron el alma por ganar pero sigo pensando que esos juegos que llegan a horas de los centros nocturnos no deberían existir en la actualidad. A fin de cuentas ganó Hermosillo y la carrera del desempate vino en un wild.
Por muchas décadas nuestro beisbol y la Liga Americana jugaban con límite de tiempo, la Liga Mexicana a las 11.55 y el joven circuito mayoritario a la una de la madrugada. En Liga Mexicana el juego ya no se reanudaba mientras si lo hacían en la Liga Americana al día siguiente o cuando se volvían a enfrentar esos dos equipos.
Pero de repente ni la Liga Americana ni la Mexicana tuvieron tiempo límite y quedamos expuestos a juegos que terminan como el de Mexicali, a las tres y media de la madrugada.
En Ligas Mayores el juego nocturno que ha terminado más tarde se celebró en el ya desaparecido Shea Stadium de Nueva York cuando el 12 de septiembre de 1974 los Cardenales ganaron 4-3 a Mets en 25 entradas y el juego acabó a las tres de la madrugada con 13 minutos. Ahora en Mexicali jugaron hasta las tres y media en 19 innings. Aquel juego se decidió también con un mal tiro del pitcher y los dos tims usaron 50 jugadores y sólo 13 lanzadores. En el partido de Mexicali, que Humberto Cota empató en la novena entrada con un jonrón naranjero sobre Óscar Villarreal, se usaron 44 peloteros, 18 de ellos pitchers.
El récord por entradas en el Pacífico es de 22 innings contra el de 23 en la Liga Mexicana, mientras en las Mayores la marca es de 26 innings en 1920 cuando no había alumbrados y se suspendió por falta de luz.
En este nuevo maratón para esquimales el joven Marco Duarte tuvo otra muy buena actuación al lanzar cinco entradas y un tercio por Mexicali en tres hits y una carrera, con cuatro ponches y dos bases. Terminó con 2.74 en efectividad que le dará el segundo mejor lugar de la campaña.
Mientras tanto Obregón le ganó 4-2 a Culiacán para bajarlo de la nube que andaba con Marco Carrillo lanzando para terminar con 2.72. Cochito Cruz, el diablo rojo ahora dodger, dio su jonrón 17.
No olvide que hoy es el último 28 del año, el día de San Juditas.