Trabajadores ferroviarios comenzaron ayer a retirar los escombros de un tren de pasajeros descarrilado en el norte de la India tras concluir un rescate que halló 68 cadáveres.
Durante la jornada, numerosas personas desesperadas por localizar a sus parientes desaparecidos se presentaron en el lugar donde ocurrió el desastre el domingo.
Los cuerpos de varias víctimas estaban envueltos en sábanas blancas y fueron colocados en hileras en el suelo próximo al tren.
Para el lunes en la tarde, los equipos de rescate habían concluido sus labores de búsqueda de víctimas y sobrevivientes entre los vagones dañados, y comenzaron los trabajos de limpieza en medio de un aguacero.
Al menos 239 pasajeros resultaron heridos debido al descarrilamiento del tren Kalka Mail cerca de Fatehpur, en el estado de Uttar Pradesh, dijo el funcionario policial Brij Lal.
El tren iba rumbo a Kalka, en las faldas del Himalaya, procedente de Howrah, una estación cercana a Kolkata en el este de India.
"Yo estaba escuchando música en la litera alta cuando oí un ruido fuerte seguido de otro más pesado. Salí volando de mi lugar y me golpeé la cabeza con el vagón" , dijo el pasajero Subajit Ghosh, de 20 años, en un hospital donde le vendaron la cabeza.
Entre los muertos figuran dos suecos. Otro sueco resultó herido.
Linn Duvhammar, la portavoz del Ministerio del Exterior de Suecia, dijo que un sueco de unos veintitantos años fue trasladado a un hospital pero no confirmó si fallecieron más personas de ese país.
El coronel Amarjit Dhillon, a cargo de la operación de rescate, dijo ayer que muchos más cadáveres quedaron atrapados bajo los vagones retorcidos y los soldados usaron cortadoras de gas para extraerlos.
La causa del descarrilamiento se desconoce, pero según versiones periodísticas, el maquinista del Kalka Mail aplicó el freno de emergencia para no golpear ganado que se encontraba sobre las vías.
