El ejército sirio inició un retiro gradual de la ciudad sureña en el corazón de los levantamientos en contra del régimen autoritario del país 11 días después de que el presidente Bashar Assad enviara tanques y francotiradores para sofocar a los rebeldes.
La televisora estatal siria y agencia de noticias dijo que el ejército "llevó a cabo su misión deteniendo terroristas" y restauró la calma en Daraa, a unos 130 kilómetros (80 millas) de la capital Damasco. El reporte dijo, al citar a un oficial del ejército cuyo nombre no mencionó, que habría un "retiro gradual" de Daraa.
Assad está determinado a acabar con la revuelta que empezó a mediados de marzo inspirada en los levantamientos en Túnez y Egipto. Los disturbios se convirtieron en el mayor reto para la dinastía familiar con 40 años en el poder. Assad ha utilizado una combinación de fuerza bruta, intimidación y promesas de reforma para acallar las protestas, pero sus intentos han fallado hasta el momento.
Activistas sirios planeaban tomar las calles de nuevo el viernes, el principal día de protestas en el mundo árabe, en lo que ellos llaman el "Día del Desafío".
Más de 550 personas han muerto desde que empezaron los levantamientos luego de que las fuerzas de seguridad han atacado las manifestaciones. También han sido reportados buen número de soldados muertos.
La creciente cuota de muerte, y el sitio de Daraa, han servido sólo para envalentonar a los manifestantes que ahora demandan nada menos que la caída del régimen de Assad.
En las oficinas centrales de la ONU, en Nueva York, el vocero Martin Nesirky dijo que el secretario general Ban Ki-moon habló con Assad por teléfono el miércoles y le dijo que "ahora era el momento de tomar medidas decisivas y audaces para reformas políticas".
Nesirky dijo que el jefe de la ONU también pidió la cooperación de Siria con la comisión formada por el Consejo de Derechos Humanos de ONU, y a fin de que "permitiera misiones de evaluación humanitaria dadas las extendidas preocupaciones en la comunidad internacional".
