¿Se acuerda usted de la catarata de demandas colocadas ante la Comisión Federal de Competencia que se cruzaron Teléfonos de México y el bloque de 23 empresas de telefonía móvil contra éstas, a quien se denominó Tucotel (Todos Unidos Contra Telcel)?
Bien, pues de las siete en la mesa tres fueron compactadas con otras planteadas contra la firma hegemónica de telefonía fija y celular, o contra Televisa y sus filiales de televisión por cable; una fue validada a favor de Telmex-Telcel; dos a favor del Tucotel, y una rechazada por "notoriamente improcedente".
La paradoja del caso es que aunque la balanza se inclinó hacia el bloque en el que cabe lo mismo Televisa que el grupo Salinas de Ricardo Salinas Pliego; Nextel, Axtel-Avantel, Marcatel y demás, éstas están impugnando el rechazo de la querella a la que habían colocado en plan estelar.
Esta, en el insólito, no sólo apunta hacia Telmex-Telcel, sino a la Telefónica México que opera bajo la marca Movistar, la única del ramo que no se adhirió a su causa contra Telmex.
La querella plantea una posible colusión entre las firmas una y dos en telefonía celular para desplazar a la competencia, lo que constituye una práctica monopólica relativa.
Según ello, las empresas encabezadas por el magnate Carlos Slim y el exsecretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, alguna vez enemigos aparentemente irreconciliables, se volvieron una para imponer una tarifa de interconexión de 95 centavos el minuto.
El punto de arranque del arreglo habría sido la designación como consejero del grupo Inbursa, el brazo financiero del imperio Slim, de Isidro Fainé Casas, quien se desempeña, en paralelo, como vicepresidente en la Telefónica México.
De acuerdo a los denunciantes, la existencia de consejerías cruzadas podría traer como efecto la reducción de la competencia, ya que al compartir consejeros las firmas del mismo sector podrían ponerse de acuerdo para colocar zancadillas a los rivales.
En Estados Unidos la Ley Clayton (Clayton Act) condena la posibilidad, en tanto la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) emitió resoluciones en que se anota letra por letra que "los consejeros cruzados son una fuente clara de colusión y pueden permitir el intercambio de información entre competidores".
La prueba de la inclusión de Fainé Casas en la directiva de ambos grupos la avala un reporte financiero de Inbursa correspondiente al 2009.
De acuerdo a los denunciantes, por esas mismas fechas, América Móvil, la empresa hemisférica del magnate, retiró de la dirección general de su filial Net Servicios a Francisco Valim, quien había diseñado una estrategia para competir exitosamente contra la Telefónica de España, la matriz de la Telefónica México. A partir de ahí, señalaba la querella, aminoró la guerra abierta entre las firmas hegemónicas, por más que está pendiente una resolución de la Comisión Federal de Competencia (CFC) frente a una disputa entre la propia Telefónica México y Radiomóvil Dipsa, la empresa que opera Telcel, por una supuesta práctica monopólica relativa, en su modalidad de desplazamiento indebido de la competencia.
Lo cierto es que, al margen de la supuesta alianza, la Telefónica México no pudo o no quiso levantar de la mesa una querella contra Teléfonos de México en cuyo curso se le acaba de aplicar la segunda multa millonaria a ésta de la temporada, aunque sin posibilidad de comparación con la megamulta de casi 12 mil millones de pesos, o si lo prefiere mil millones de dólares.
Estamos hablando del corte unilateral realizado por Telmex a las llamadas que salían de una pequeña empresa de telefonía fija de la Telefónica denominada MGM, cuya participación de mercado alcanzaba apenas una cartera de aproximadamente 17 mil clientes.
La razón esgrimida por Teléfonos de México, erigido como autoridad, era que la firma violaba las leyes mexicanas al tener una participación accionaria extranjera de 100%.
La Ley permite sólo 25% en este tipo de compañías.
De hecho, la acción motivó a Gil Díaz a cabildear infructuosamente en el Congreso la posibilidad de abrir el ostión a 100%.
En telefonía celular no hay restricción alguna para el capital foráneo.
Ahora que, la paradoja del caso es que bajo las nuevas reglas en que la Comisión Federal de Telecomunicaciones puede imponer tarifas de interconexión que, aunque impugnables en los tribunales, no pueden ser suspendidas durante el largo proceso, se dejó a Telcel y a la Telefónica colgados de la brocha.
Dicho con todas las letras, mientras entre ellas, en la magia del acuerdo que permite la Ley, se cobra una tarifa de interconexión de 95 centavos por minuto, de éstas hacia el resto de la competencia obliga una de 39 centavos.
El tiro, pues, salió por la culata.
De ahí la "notoria improcedencia" dictada por la Comisión Federal de Competencia, por más que el Tucotel quiere el nocaut como sea.
BALANCE GENERAL
La noticia es que el Banco de México ha sido llevado al banquillo por falsedad en declaraciones de sus funcionarios. La denuncia penal fue colocada en la mesa por un organismo que representa al matrimonio de Carlos Eduardo Noyola y Leticia Fernández de Noyola, a quienes a su vez se había demandado por una supuesta falsificación de obras atribuibles a la pintora Frida Kahlo.
La vela en el entierro del banco central es que mantiene bajo su férula a un fideicomiso que resguarda la obra de la que fuera dos veces esposa de Diego Rivera.
La querella, bajo el cargo de que las obras, objetos y recuerdos en poder del matrimonio, cuyo origen se remonta al carpintero que le hacía los marcos a la pintora, a quien en ocasiones le pagaba en especie, eran "presumiblemente falsos", fue desestimada por el Ministerio Público, resolviendo el no ejercicio de la acción penal.
La revisión del asunto se prolongó más de año y medio.
De acuerdo a los querellantes, el castigo para quienes resulten responsables de faltar a la verdad en un interrogatorio de una autoridad pública distinta de la judicial, alcanza de cuatro a ocho años de cárcel.
OFICIALIZAN OPA
En afán de demostrar que va en serio en su pretensión de adquirir 100% del capital del Grupo Aeroportuario del Pacífico, el Grupo México ya le notificó de su oferta hostil, Oferta Pública de Adquisición en el argot, a la Comisión Federal de Competencia.
Ésta aceptó la solicitud a trámite.
Sin embargo, del dicho al hecho existe aún un largo trecho, dado que los actuales socios de control del emporio de 12 aeropuertos insisten en que los estatutos internos de la empresa impiden que ningún particular mantenga más del 10% del capital de la compañía.
Como usted sabe, 85% de éste se colocó en los mercados internacionales, en los que pian pianito la empresa de Germán Larrea Mota Velasco ha ido acumulando casi 24%.
SE SALVÓ SU CASITA
Finalmente, a pesar de los pronósticos en contra, la hipotecaria Su Casita libró la posibilidad de un concurso mercantil o procedimiento de quiebra ordenada, al lograr la aceptación de aproximadamente 99% de sus acreedores a un esquema de reestructura de su deuda.
Éste implica un intercambio de papeles de deuda vieja por nueva, es decir, los Certificados Bursátiles en circulación se canjean por bonos en dólares de los Estados Unidos.
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