Un apasionado romance con la música
A los seis años edad dirigió su primera orquesta. En su casa de Barquisimeto, Venezuela, con sus juguetes dispuestos cual sinfónica, Gustavo soñaba con ser director. Sin batuta, sólo con sus manos, arremetía al compás de la música del Capricho Italiano de Tchaikovski que reproducía el tocadiscos de su padre, un músico de salsa que también tocaba en la Orquesta Sinfónica Juvenil de Lara. A los ocho años, su abuelo le regaló su primera batuta. Y así comenzó uno de los romances más apasionados que la música de concierto ha dado en los últimos tiempos.
Gustavo Adolfo Dudamel Ramírez nació el 26 de enero de 1981. Hiperactivo desde niño, combinaba sus estudios y la práctica de diversos deportes con lo que después se convertiría en su prioridad y forma de vida. Empezó tocando canciones populares. A los diez años ya amenizaba algunas fiestas de vecinos tocando el cuatro (una guitarra pequeña) con un amigo con quien formó el Dúo Larense.
Al poco tiempo, Gustavo empezó a estudiar violín bajo el exitoso Sistema Nacional de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela, conocido simplemente como El Sistema, fundado por el músico y economista José Antonio Abreu con el nombre inicial de Acción Social para la Música, el cual desde 1975 ha formado a toda una generación de músicos y ha brindado a cientos de miles de niños y jóvenes una alternativa a la dura realidad de un país con serios problemas de criminalidad y marginación.
Uno de esos jovencitos es Dudamel quien, pese a su corta edad -30 años- ha cosechado los triunfos que ha muchos les ha costado toda una vida alcanzar. Muy pronto su destreza con el instrumento fue superada por sus habilidades con la batuta. Fue así como comenzó a estudiar para ser director, y a la edad de doce años se puso por primera vez al frente de una orquesta de verdad.
Su pasión, carisma y dedicación lo colocaron en 1999 en la mira de Abreu para conducir a la Orquesta Nacional de la Juventud Venezolana “Simón Bolívar”, la joya de El Sistema. En entrevistas a diversos medios, Dudamel ha comentado que cuando recibió la noticia del propio José Antonio Abreu, se puso a dar vueltas de alegría por todo el Conservatorio frente a la mirada atónita de sus compañeros. Una semana después de ese ataque de felicidad, Gustavo estaba en Caracas preparando la gira que la orquesta iba a iniciar por Italia.
Su peculiar y frenética forma de dirigir y la fuerza que imprimía a la orquesta en las composiciones que interpretaba, comenzaron a llamar la atención del público en cualquier lugar donde se presentara. A los aplausos siguieron los galardones, como el prestigiado Premio de Dirección Gustav Mahler, obtenido en el certamen de 2004 realizado en Bamberg, Alemania.
Pero fue en la edición 2005 de los Proms de Londres, Inglaterra, el famoso ciclo de conciertos que se llevan a cabo durante el verano, donde Dudamel alcanzó un nivel de proyección extraordinario. Con un repertorio armado en su mayoría con piezas de concierto y canciones populares de compositores latinoamericanos, el venezolano y su orquesta de jóvenes cautivaron al tradicionalmente frío público inglés. Luego de emotivas interpretaciones de obras como Sensemayá, de Revueltas; Danzón número 2, de Márquez, y el Huapango, de Moncayo, la locura se apoderó del Royal Albert Hall con el Mambo, de Leonard Bernstein. La ovación fue interminable.
Su impetuosa conducción de las obras del llamado genio de Bonn lo hizo merecedor del Premio Anillo de Beethoven. Después de todos estos éxitos, llovieron las ofertas para dirigir orquestas de varios países. Así, a partir de 2005, ha tenido la oportunidad de dirigir la Philharmonia de Londres, la Orquesta Filarmónica de Israel, la Sinfónica de Gotemburgo, la Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Birmingham, la Orquesta Estatal Sajona de Dresde, la Orquesta Filarmónica Real de Liverpool, la Orquesta Sinfónica de la Radio de Stuttgart, la Filarmónica de Viena, La Filarmónica de Berlín, la Filarmónica de Nueva York y la Orquesta Sinfónica de Chicago. Luego de una de sus presentaciones con esta última sinfónica, Dudamel fue contratado para conducir a la reputada Orquesta Filarmónica de Los Ángeles durante cinco años a partir de la temporada 2009-2010.
Pero tanto éxito y fama no le han hecho olvidar sus raíces y su humanidad. Fiel a su visión de que la música puede cambiar vidas, como ha cambiado la de él, Gustavo Dudamel es un activo promotor de los programas de enseñanza instrumental en zonas marginadas. De la misma manera que él tuvo la fortuna de toparse con el Sistema, el joven director busca acercar a la música a niños y jóvenes en situaciones de riesgo convirtiéndose en un modelo para ellos. En una entrevista concedida a un diario mexicano, el venezolano expresó: “si soy un referente y un ejemplo, entonces sí me gusta ser una celebridad, porque soy útil a la sociedad”.
Su amor por la música y su carisma en los escenarios le han ayudado a conquistar el mundo. Ahora Dudamel quiere contribuir un poco a cambiarlo. Al cabo le queda tiempo para hacerlo.
e-mail:argonzalez@elsiglodetorreon.com.mx / Twitter: @Artgonzaga
PARA ESCUCHAR Y VER A DUDAMEL
Las interpretaciones de Gustavo Dudamel, se pueden escuchar y ver en distintos medios:
• Hay varias producciones y grabaciones bajo el sello Deutsche Grammophon, de venta en tiendas especializadas y en la página de internet www.deutschegrammophon.com
• En YouTube (www.youtube.com) existen decenas de videos con interpretaciones de Dudamel al frente de distintas orquestas.
• En Goear (www.goear.com) hay algunas piezas orquestales grabadas para escuchar en línea.
• Ocasionalmente canales de televisión como Arts y Film and Arts transmiten conciertos completos o fragmentos.