Un atacante suicida mató a por lo menos 25 personas e hirió a unas 30 el sábado al detonar una bomba en medio de una multitud de peregrinos shiies afuera de un santuario al norte de Bagdad que ha sido foco de los enfrentamientos sectarios en Irak, informaron las autoridades.
Fue el segundo ataque en tres días contra los peregrinos que visitan la reverenciada mezquita de al-Askari, en el otrora reducto insurgente de Samarra, para recordar la muerte de ese imán del siglo XI.
La mezquita aún no está totalmente reconstruida luego que su cúpula dorada fue destruida en un atentado en febrero de 2006, atribuido a Al-Qaeda en Irak, que desató años de represalias sangrientas entre suníes y shiies.
Los funcionarios, que pidieron no ser identificados, dijeron que el templo no sufrió daños.
El atacante estaba a unos 200 metros de la mezquita cuando detonó su chaleco lleno de explosivos. Funcionarios médicos y policiales en Samarra y la cercana Balad confirmaron la cifra de víctimas.
La destrucción de la mezquita shii, a unos 96 kilómetros (60 millas) al norte de Bagdad, inició un ciclo de violencia que llevó a una limpieza sectaria de barrios enteros en todo el país.
