Sinha agradece los halagos, aunque prefiere mostrarlo en el césped y no con palabras.
Antonio Naelson es un hombre de pocas palabras, medianamente expresivo, al que sólo los hechos verdaderamente importantes le roban una sonrisa.
Desde hace dos días vive uno de éstos. Su esperado regreso a la Selección Mexicana es un hecho, lo que explica la felicidad irradiada por el genio del Toluca. Los sui géneris gustos de Javier Aguirre y una lesión muscular le impidieron vestirse con la camiseta verde.
Han sido dos años alejado del Tricolor, pese al clamor de una afición convencida del desequilibrio que puede aportar el brasileño naturalizado mexicano. Sinha agradece los halagos, aunque prefiere mostrarlo en el césped y no con palabras. Ha sido una ley no escrita durante toda su trayectoria.
'[El respaldo de los aficionados] me dice que tengo que agradecerles trabajando, no con palabras', sentencia. 'Cuando se vienen esas oportunidades, que la gente te mencione en varios lugares, obviamente lo que uno debe hacer es trabajar y realizar bien las cosas dentro de la cancha'.