A Jared Borgetti lo admirábamos como todos los aficionados al futbol, pero no lo habíamos tratado nunca por las ocupaciones que entonces teníamos en este Diario. Fue hasta Agosto del 1999 cuando el profesor Juan de Dios Castillo, entonces técnico santista, nos pidió platicáramos con él.
Días antes, los goles parecían negársele al de Culiacancito y empezaba a desesperarse. Nosotros iniciábamos nuestro andar con OLA DEPORTIVA, suplemento semanal que durante más de ocho años publicamos aquí. Así que una maña Jared, enviado por el profe Castillo llegó aquí.
Venía acompañado de Mónica su esposa, y ambos, al no conocernos, se mostraban reservados, pero pasaron las horas y así nació un trato que fue acercándonos más con el tiempo. En esa visita lo pusimos a tocar las puertas de nuestra oficina, porque no le daban oportunidad en la Selección.
Se convertiría en el gran ídolo, haciendo mancuerna con Rodrigo "El Pony" Ruiz. En una portada de OLA DEPORTIVA pusimos a Jared con la indumentaria de Pierce Brosnan, el Agente 007, por el gran parecido que tiene el goleador con el famoso actor irlandés.
En esta columna muchas veces hablamos del profesionalismo de Jared, de las horas que se quedaba después de que terminaban los entrenamientos, practicando los tiros a gol. Estuvimos a su lado cuando nacieron sus hijas Aixa y Mónica, porque llegaron por el mismo tiempo que nuestros nietos.
Muchos recuerdos cuando escuchábamos ayer a Jared despidiéndose del futbol profesional mas no del deporte, pues dice seguirá practicándolo entre amigos. No pudo ocultar las lágrimas en un momento y nos emocionó el sentimiento con que trató su despedida. Que seguirá siendo el gran ídolo, no hay duda.
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