Muchos de los que hemos andado de aquí para allá siguiendo las huellas del deporte en general, visitando tantos escenarios, cuánto diéramos por estar este domingo en el nuevo estadio de los Vaqueros, en Arlington, Texas, donde se jugará el Super Tazón entre Acereros y Empacadores.
Estuvimos en el anterior estadio de los Vaqueros, pero nada qué comparar con el nuevo, inaugurado en junio de 2009 con un concierto de música country y que ha dejado maravillados a todos los que lo visitan para disfrutar de su espectáculo favorito, lo mismo deportivo que artístico.
Ayer, extasiados veíamos un video del colosal inmueble, que tuvo un costo de más de mil doscientos millones de dólares, que en pesos mexicanos serían todos. Ahí caben 80 ó 100 mil espectadores, dependiendo del espectáculo, y es el que tiene las localidades más caras del mundo.
Desde el aire semeja una pelota ovoide, de las que se usan en el futbol americano. Sus diferentes secciones están a todo lujo, no se diga los palcos o suites que por año cuestan entre 100 y 500 mil dólares y las adquieren las grandes empresas para complacer a sus mejores clientes.
Su techo es retráctil y en sólo 12 minutos se puede abrir y cerrar. Sus gigantescas pantallas miden cada una 55 metros de ancho por 22 de largo. El pasto es sintético y sobre la superficie del campo se puede poner todo tipo de escenarios para diferentes eventos.
Qué ganas de aceptar la invitación que desde hace días nos hace nuestra hermana Laura y sus hijos que viven allá, para que vayamos a conocer y disfrutar de este estadio, pero si no podemos este fin de semana lo haremos próximamente, porque sería imperdonable no conocerlo.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx
