Por todas partes el invierno más cruel que hemos vivido en los últimos años hizo su aparición ayer aquí, en la Comarca Laguna, despertándonos con termómetro marcando 4 grados bajo cero, mientras veíamos por televisión los preparativos para el Super Tazón de este domingo.
Varios comentaristas coincidían en considerar a los Empacadores de Green Bay como los favoritos, pero para nosotros, Acereros tiene preparadas varias sorpresas, ahora que su gran estrella Troy Aumua Polamalu está de moda y una gran estrella lo acompaña.
Nadie duda de la capacidad de Aaron Rodgers y sus coequiperos, pero si los de Pittsburgh empiezan a ganar ventaja temprano, será difícil vencerlos. Una cosa curiosa es que esta ocasión no habrá porristas pues ninguno de los equipos contendientes las tienen en su nómina.
A diferencia de los Santos de Nueva Orleáns, campeones anteriores, cuyas guapas animadoras estuvieron en El Siglo antes de ir por el título, conviviendo con la gente de nuestra redacción y escuchando al mariachi del señor Carlos Pacheco y bailando nuestros sones.
El otro día que por fin encontramos a Gabriel Calvillo, compañero de tantas andanzas deportivas en Estados Unidos, recordó la vez que viajando a Tennessee coincidimos en el vuelo con Hershel Walker, aquel famoso jugador de Vaqueros que regresaba al equipo de sus amores.
Al identificarlo, las mismas aeromozas nos confirmaron que se trataba del gran jugador que regresaba a Dallas después de haber estado con los Vikingos, las Águilas y los Gigantes. En el avión hubo una conmoción al enterarse que uno de nuestros compañeros de viaje era el famoso jugador.
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