Como el seleccionado de Bosnia venía muy mermado, mal preparado y sin mucha condición física, no se puede emitir un juicio más cercano a la realidad de lo que es ahora nuestra Selección, pues aunque haya ganado, conforme transcurrieron los minutos del partido se vieron cosas curiosas.
Sobre todo del lado de los rivales, que primero mostraron ese futbol europeo de pases largos y medidos, y tiros de primera intención al arco de Corona, pero en la segunda parte el equipo del Viejo Continente vino a menos por falta de condición y de hombres más frescos.
En cambio, del lado mexicano se vio más contundencia en esta parte, especialmente de gente como Édgar Pacheco, Paul Aguilar y Carlos Salcido, que andaban por todas partes, mientras que algunos como Torrado y Castro administraban su accionar.
Es de esperarse que en marzo, cuando nuestra Selección vuelva a tener un partido amistoso, esta vez en Oakland, California, ante Paraguay, el rival venga completo y no se anteponga la excusa de las visas que no fueron tramitadas a tiempo, como ocurrió con los de Bosnia.
Los guaraníes son mejor rival en estos momentos, por lo competido de su futbol, que los ha llevado a tener buenas eliminatorias y mejores actuaciones en los mundiales. Además, ahí están refrescando con la nueva cantera las filas del seleccionado.
Algo que gustó en este primer partido, que estuvo acompañado de su primer triunfo, fue el equipo de trabajo que mostró el seleccionado, donde hay ex santistas por todos lados, empezando con Yayo de la Torre, Luis Fernando Tena y Salvador Reyes júnior.
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