Porque la misma directiva del Santos nos lo ha dicho, desde que se platica y luego se contrata a un técnico se habla con mucha amplitud de lo que se pretende en esta nueva etapa que vive el equipo de la Comarca, que inició con la salvación del descenso y luego con el tercer campeonato y la búsqueda del cuarto.
Seguramente este procedimiento se realizará ahora que viene contratado otro argentino, Diego Martín Cocca, a quien recordamos dirigiendo ya en el nuevo Corona al Gimnasia y Esgrima, donde se le vio asombrado por las instalaciones que pisaba, acompañado en esa ocasión por Walter "Lorito" Jiménez
Las observaciones hacia Rubén Omar Romano debieron iniciarse desde la misma fecha dos, cuando se perdió frente a Pumas y el técnico empezó a perder los estribos. Apareció en la quinta jornada la segunda derrota ante Tigres ya en Territorio Santos Modelo y el técnico siguió enojado y molesto con la afición.
Así que la gota que derramó el vaso fue la actitud del argentino durante el transcurso del partido ante Querétaro, y lo peor, la señal obscena que mostraba camino al vestidor. Pero eso y otras cuestiones fueron las que lo sacaron del puesto.
Es que cerca de él había gente muy comprometida con la causa santista y, sobre todo, con los ideales de la empresa que está detrás del equipo, misma que resalta los valores de la persona, su respeto y su agradecimiento por su apoyo, el que se ha mostrado aquí con generosidad.
Romano lo tuvo todo aquí, primero con un respaldo pleno de una directiva seria y cumplida. Pensábamos que lo aprovecharía para demostrar que era un buen técnico que podría ganar títulos y dinero, pero le salió su otro yo y fue enemistándose con el buen futbol, los resultados y el público.
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