En torneos tan cortos, como los tiene actualmente el futbol mexicano, no hay mucho margen para hacer experimentos en plena marcha, pues los resultados, buenos o malos, influirán notablemente en la estabilidad, el fortalecimiento o el deterioro del equipo.
Así pues, la buena planeación será siempre la base de un equipo bien cimentado, bien estructurado y mejor dirigido desde arriba. ¿Qué hacen al respecto los grandes clubes que llegan a ser pilares en sus respectivos países, por ejemplo muchos europeos?
Las mejores lecciones, el mejor aprendizaje viene del pasado, de las experiencias adquiridas, formadas por éxitos y fracasos, y han sido los que más saben, porque más han vivido, los que dan las mejores soluciones. Por ello, la historia registra "las escuelas de los notables", que eran los más ancianos.
El ímpetu de la juventud era frenado oportunamente por la sabiduría de los que más habían pasado, una y mil veces, por los mismos caminos, aprendiendo y guardando. Eran tiempos en que los jóvenes sabían escuchar. Eso hacen muchos clubes del Viejo Continente, valiéndose de la experiencia.
En Santos Laguna, a pesar de lo que está pasando, del largo y profundo túnel en el que se ha metido el equipo, aún es tiempo de rescatarlo, mañana será demasiado tarde porque, repetimos, en torneos tan cortos no hay mucho margen para soportar errores y malas decisiones.
Hoy hay que hacer un salvamento de emergencia, pero también volverse a sentar, analizar todo lo que viene ocurriendo desde hace mucho y empezar a buscar las soluciones para un mejor futuro, mejor cimentado, y mejor estructurado, formando ya a los que dirigirán mañana las diferentes áreas.
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