Guadalupe Rubio Talamantes, una institución dentro del Santos Laguna, por haber sido buen jugador, buen compañero y posteriormente buen técnico, nos ha hablado siempre de lo fundamental que resulta el que cada jugador, aparte de sus facultades en la cancha, tenga otras armas.
Concretamente se refiere a la educación, a la preparación académica que debe existir, sobre todo en cada elemento profesional, no sólo para que tenga más recursos a la hora de retirarse, sino para que esté mejor preparado para sus años activos en las canchas.
Y vuelve el caso de Darwin Quintero a ocuparnos del tema, después de ver la reacción del colombiano ante las provocaciones cementeras, y el lío en que ha metido a su directiva que ahora busca, como es su deber, defenderlo para que el castigo sea atenuado.
Volviendo a lo que expone Rubio Talamantes, todo está antes de, o sea en la forma en que cada club prepara a sus elementos para cumplir cabalmente, no sólo en las canchas sino en su vida personal, que los haga más valiosos para el deporte, la familia y la sociedad.
En su agenda como técnico, y que por cierto anhela dirigir un día a Santos Laguna, Rubio Talamantes tiene contemplada esa cabal formación, para respaldar la carrera del jugador y cuidar con ello los intereses de los clubes, que arriesgan mucho con jugadores problemáticos.
Guadalupe, mientras le llega su hora de dirigir, sigue preparándose, sigue armando su proyecto el que de vez en cuando viene a comentar con nosotros. Nos da gusto que un jugador exitoso, no se conforme con su presente, sino que vea más allá, hacia el futuro.
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